20101103

* nota agosto 2011

Este blog pasa de ser

para ser:
PÁRALA LENTITUD
y mientras:
LO QUE AMÉRICA PUEDE
cobra forma de novela.


20100605

todos quieren saber

todos quieren saber
cómote?
llamas?
cómo
te lla mas, y
todos quieren saber
qué y donde,
hago y está mi casa,
dondestá?
your homewhere
is your home?
los
cráteres de Groenlandia
son marcas de pruebas atómicas
los amigos
no siempre consiguen acordarse
en algún lugar son LASIETELLA
va fingir que le duele tanto la cabeza
hasta que le dejen un papel menor,
todos quieren saber-
lo porque:
tienen:
miedo de ti de
tu nombre tu ó
fi cí o de tu ca sain ciertasí que digo:
digo:
me llamo Billy
digo:
me llamo Billy
gotta go back home.

20100531

5. Lincoln

El chico va tocando la harmónica por la calle, luego escuchamos música a lo lejos en algún callejón y entramos en una casa y otra fiesta.
El chico me dice, mira, toca aquí, y le toco la cara y está húmeda.
Louise se despide de Jade y Alexandre.
Jade y Alexandre están borrachos en su tienda de antigüedades y nos quieren muchísimo.
Yo me despido también de Jade y Alexandre. Creo que no entienden que nos estamos despidiendo.
Louise se va.
Louise se va y la llevo al aeropuerto en un coche alquilado, y conducimos por Lincoln con las ventanas bajadas, nos gastamos todo el bote de peniques en un café en Abbot Kinney, nos vamos a la arena a mirar el océano.
Louise y yo miramos el océano mucho rato. Le digo, quieres andar por ahí, me dice no, sólo quiero mirar el océano.
Conducimos por Lincoln.
Louise se va.
Yo ya no tengo nada que hacer aquí, consulto con los muertos y dicen vámonos.
Los muertos me compran un billete de tren de regalo.
Me despido del Chico, no es del todo triste.
El Chico me dice vámonos a Miami, me reuno contigo en Miami.
A mi me da igual donde ir, okey.
Los muertos y yo en una estación de tren, con un billete de tren, hacia el este.
Los muertos y yo nos subimos al tren y La Ciudad se va quedando lejos, aunque ya estaba lejos, en verdad.
Say bbye le dice la señora a sus hijos
bbye
bbye
bbye

20100530

04. la noche

- Entonces te vas mañana?
- sí
- otra ronda
- están a..
- sí a dos dólares y medio el screw driver!!
- yu huu!
- hasta las nueve
- otra ronda
- otra ronda
- bueno pues tendremos que ir a despedirnos...
- ...deja...
- ...de los muchachos
- Echo Park?
- Sí claro
- all right
- no conocía esta parte...
- sí Silver Lake
- no está mal
- te queda algo de...?
- uf! un gramo entero!
- y hay que gastarlo
- sí!
- porque se va mañana
- sí, no te puedes llevar...
- haha
- como en los viejos tiempos, eh?
- bueno, todavía...
- aaaah girl we'll miss you
- no c'mon
- sí, no no... no vamos a hablar de eso, eh?
- ya... otra?
- si otra tenemos cinco minutos
- luego sabes si Wolf hace algo en Alvarado?
- ay Louise...
- c'mon c'mon no vamos a hablar de eso, eh?
- Chico, venga no seas pesado
- fuck dude you know I'm just like that
- heeeey...
- venga otra
- venga
- los tres como en los viejos tiempos, eh?
- cinco minutos voy al baño, sí, agarra esta, sí
- all right.
- venga, tiene que ser así, eh? a veces tiene que ser así, pero hay que hacer como que no...
- bueno, todos sabíamos que no iba a durar
- sí todos nos vamos a ir
- sí... al final...
- sí...
- sí, sí... venga... esta... tiene que ser una noche preciosa, eh? venga hasta el final
- hasta el final
- sí okey espera que vuelva Lou y hasta el final entera...
- la noche... eh?
- haha sí claro, la noche hasta el final, dude, entera..

03/b. Lo que América puede

Entonces me asomo a la puerta de la habitación de Louise, entro en la habitación de Louise, y Louise tiene los ojos hinchados y las manos pegadas a la pared. Y me dice,
me voy a casa.
No le pregunto por qué porque sé que es a causa de los muertos. Porque no puede soportarlos o los ama demasiado, porque no puede estar siempre así. Saltando y esperando. Y me dice no es... fácil, no es... tan fácil, pero de todas formas... qué... vamos a hacer aquí, de un lado para otro, yo yo le grito goddamnit, Louise, I'm not ready,
I'm not ready
I'm not ready
goddamnit
goddamnit Louise
la habitación está en desorden después de los robos. Ya no nos queda nada.
Los muertos se quedan en silencio al fondo del pasillo. Los muertos siempre son el problema los putos muertos. Siempre pensamos que el amor es el problema (...) y Louise me dice calculando sus palabras
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
diez veces.

20100527

02. so blown away

Te has fijado que las montañas de alrededor son muy extrañas?, me dice. Están arrugadas infinitamente, a través del polvo todo se ve plano, todo se podría tocar con el dedo y caerse hacia atrás como un decorado. Nos quedamos mirando a las montañas. Nunca hay nubes, hace mucho que no vemos las nubes. Las cowgirls pasan bailando con los pechos redondos a punto de explotar, ya sólo nos queda pan húmedo y cerveza. En nuestro último día libre le pedimos a Jadin prestado el coche para poder ver más de cerca esas laderas, vamos. El Chico me regaló un disco con canciones largas y Louise me dice creo que el Chico está enamordado, y yo me pongo un poco rojo y le digo pero con ese otro tipo de amor. Cantamos, conducimos por la 10 hasta que un cartel nos anuncia que nos desviemos a la izquierda. Joshua Tree, alguien me habló alguna vez de este sitio, dice Louise, alguien me contó alguna vez que:

de pronto todo es una burbuja y es muy raro, el desierto es azul eléctrico y amarillo y amarillo yema de huevo y verde en el infinito donde se juntan los dos colores. El desierto es de plástico recienextrenado, el desierto es terso. Estamos alucinados conducimos tan despacio Louise se ríe sin poder evitarlo, Louise, te das cuenta? te das cuenta? Jamás habíamos visto nada igual, se nos llenan los pulmones tanto que duele. La carretera da muchas curvas y empiezan a aparecer plantas que no son posibles, jardines de cactai, árboles que se transforman en palmeras con decenas de bocas, montañas verticalesdepastillasdejabóngigantessujetas a la nada, a la nada, las rocas son blandas y miran hacia arriba.

Dejamos el coche a un lado del camino y subimos una montaña que antes no estaba allí / bajamos a un lago y el agua negra se come todas las sombras / merodeamos por un laberinto de objetos que no pueden explicarse. Intentamos encontrar a otros seres humanos para contárselo todo pero no hay nadie más. Al final del día la carretera nos lleva a su extremo norte, nos echa suavemente del parque para que el viento que sopla toda la noche lo borre. Louise jamás se vio tan bonita, Louise jamás me quiso tanto y me dice: vámonos al este, vámonos, tú y yo y los muertos, vámonos a algún sitio y después a otro y a otro. Los muertos repiten vámonos vámonos y hacen una canción que dice
uo-o we're so glad
so glad so glad so glad
so tired
so blown away
so dirty
so glad so glad so glad
uo-o uo-o-o-o

06. HA HA HA

Una vez dentro del tren miramos pasar el desierto por la ventanilla de medio lado, queremos verlo mejor. En el vagón-lounge hay más luz, así que cogemos nuestras cosas y vamos hacia allá, nos sentamos los dos muertos y yo en tres asientos de espaldas a la escalera y hay un revisor a nuestro lado gritando WAKE UP! WAKE UP! y un chico drogado con la cabeza pegada a la mesilla del agua, y el chico no reacciona. Entonces empiezan a llegar revisores qué le pasa / está drogado / borracho / borracho? / How Old Are You Boy? / una señora intenta explicar algo / un hombre dice déjenme a mi, Boy, Wake up, pero Boy tiene los ojos desviados hacia algún lugar que está muy lejos y no los puede mirar y ahora le dicen SIT DOWN. El hombre tiene un brazo lleno de calaveras rojas y dice también SIT DOWN SIT DOWN YOU BOY LISTENING TO ME? y los revisores dicen SIT DOWN SIT DOWN HOW OLD ARE YOU SIT DOWN HOW OLD ARE YOU WHERE IS YOUR SEAT. El hombre tiene los ojos y los dientes amarillos: listen-a-me Boy, si no te sientas ahora voy a llamar a tu papá, ¿entiendes? Boy, o te sientas ahora conmigo o ---,

HOMBRE: “Boy

sit

the fuck

down”

REVISORES: Los revisores le dicen al hombre que se vaya ya a su sitio del demonio, quien manda aquí. Hay que echar a este Kid del tren porque está alcoholizado y drogado y es menor y está solo. El hombre se va a su vagón, la mujer dice: aquel hombre como hippy que se subió en Palm Springs... empiezan a llegar más pasajeros y dicen: oh mira qué bochornoso está BORRACHO! El chico tiene los ojos en blanco. Una revisora piensa que el chico es un marine porque tiene pelo de marine, o su padre es un marine, y hasta los marines tienen casa, dice, y entonces el chico se hace pis.

BOY:

El sonido del pis es como agua del grifo en el desierto. Los pasajeros dicen uf, se miran unos a otros y se ríen con chasquidos nt nt nt. Hordas de moscas chasqueando las patas. Boy mira al frente a su trozo de ventana y no se da cuenta y nunca sabrá que se le está escurriendo el pis por el pantalón, saliendo desde dentro de su vejiga, haciendo un charco fuera en el vagón-lounge. Por eso hay que echarlo del tren. Los viajeros dicen: oh desde luego. Los revisores limpian el pis empujando toallas con el pie y discuten si se puede parar un tren en medio del desierto, y anécdotas de borracheras y de marines y de Palm Springs. El revisor más joven tiene agarrado a Boy por el cuello de la camiseta para que no se tambalée, la revisora blanca dice: watch out, hey, wooo! This boy’s about to pass out! Boy entonces se desmaya, se desmonta y se cae al suelo en varios trozos. Los revisores se ríen y también los pasajeros:

TODOS: “hey boy, no es hora de echarse una siesta!” (HA-HA-HA)

Una señora hace una foto. Luego un hombre hace una foto también, desde el mismo sitio más o menos. Boy lleva inconsciente cinco minutos y tiene espuma gris saliendo de la boca. Nadie lo quiere tocar en parte porque está lleno de pis y en parte también porque la policía sabrá mejor qué hacer. El tren se para. La policía llega a través del desierto y aparca sus tres coches desordenados por la costumbre de las persecuciones. Suben al tren dos oficiales y la gente aplaude mucho y hacen más fotos. Mis muertos se bajan el ala de sus sombreros y miran por la ventana. Los muertos huelen a los muertos, están tensos y yo ya no confío tanto en la ceguera de la ley. Un policía bromea con una señora que está “tan contenta de tenerlos aquí”.

SEÑORA: “¡estoy tan contenta de tenerlos aquí!”

Otra señora con su cámara se acerca más, una señora con el cuello escurriéndose en varias papadas y el pelo rojo, también otro hombre musculoso, y otro hombre con el pelo rubio colgando de los lados de la cabeza, se acercan y toman fotografías y se ríen con mucha excitación. El lado izquierdo del vagón es una fiesta. Boy sigue tumbado en la misma posición con el trozo de espuma de la boca al suelo. Habrá que hacer algo, pero antes hay que esperar a que llegue el FIRE department.

TODOS: “C’mon baby light my FIRE” (HA-HA-HA).

Aplausos. Una anciana le comenta a otra anciana: oh pobre boy, estaría muy avergonzado si supiera qué alboroto está causando. Pero Boy no sabe nada porque está muerto. Quizás alguien va a vomitar más tarde o quizás van a irse muriendo todos los que aún no están muertos en este tren, todos los que tienen una fotografía del chico en coma en sus teléfonos, y quizás van a sufrir y a sufrir en el infierno hasta redimirse. Los dedos del pie del boy son azules. Mis muertos están tranquilos y nadie los ve. Los bomberos llegan y atan al boy a una camilla y se manchan los zapatos con el pis que se ha escurrido fuera de las toallas. Rompen una ventana del tren, sacan al chico por el hueco. Los oficiales se van, los pasajeros dicen:

PASAJEROS: “¡gracias señores agentes!”

Más aplausos. Se desean un buen viaje unos a otros. Están muy contentos con sus fotografías, bajan al vagón-bar a tomar botellitas de wiskey. El tren reanuda la marcha, el charco de pis se va secando, dice una señora en realidad sólo hemos perdido una hora y bueno una hora no es tanto, aunque el desierto se ha oscurecido completamente.

20100515

01. La semana pasada

La semana pasada nos llegó la carta de la Oficina para decirnos que ya no enviarían más cheques, no cumplimos con nuestra misión, no hay trato. Los muertos debían estar enterrados, no escapándose a Las Vegas, no encontrados y recuperados y vueltos a traer a casa. A partir de ahora los muertos son nuestros, se acabó el dinero y las ventajas con la policía.

Louise roba libros en la biblioteca y los vende por internet. También vende su ropa a una tienda Vintage, y cosas sueltas que encuentra por casa, la casa se va vaciando. Deberíamos buscar un trabajo, digo, y Louise dice, deberíamos buscar un trabajo. Louise puede concentrar todo el odio del universo en una sola pupila, the queen of the mean shit Lou, a veces no nos hablamos y los muertos se ríen de nosotros como niños pequeños. Dinero. Es cansado tener que robar siempre cereales en el supermercado, ir a cenar a casa de amigos ricos, viajar a la ciudad en el autobús de Montclair por dos dólares y medio. Entonces encontramos en el periódico el anuncio de los cowboys. $400, dos semanas en el desierto, enough. Llamamos al Chico, le parece bien, también Jadin y Alexander, M. llegará desde el norte, nos vemos allí. Durante cinco días nos dedicamos a sacar comida a escondidas de los contenedores, ropa vieja para hacer sombra, dinero para el gas, marihuana más barata, un termo. Los muertos llevan cada uno su mochila y un pañuelo para el polvo, yo sé que están contentos porque el desierto lo sienten como el hogar los que no se van del todo. El sábado a las cuatro de la mañana encajamos todo en el maletero y salimos hacia Indio a 90 millas por hora en el coche de Jadin.

Los pioneros que llegaron a California entrando por el este no debieron ver nada, no debieron ni siquiera imaginarse el mar, y por eso pensaron que todo era posible, ¿quieres un trozo de tierra? JA JA JA Jadin conduce como una loca y llegamos al descampado en una hora y media. Nos explican que el trabajo es muy sencillo, escanear las entradas de todos los invitados, un millón de cowboys, un millón de sombreros de cowboy flotando sobre gente que tiene mucho calor. A las dos de la tarde es cuando más sudan, y se acercan a las taquillas todos formando una sola masa humana, húmeda y caliente y húmeda de algo peguntoso y caliente de cerveza, sudan cerveza las viejas esposas de los vaqueros, los hijos adolescentes de los vaqueros, y se ríen las chicas mientras te dicen, oh, man, cuando terminas tu turno. Me lo paso bien y miro al Chico que trabaja en la fila contigua y nos guiñamos un ojo.

Trabajamos doce horas al día, las otras doce son para nosotros, no nos hace falta dormir y tampoco comemos mucho. Hemos acampado en una parcela de polvo y al poco tiempo la piel, la ropa, el coche y todo lo demás tiene un tono de niebla encima. El chico duerme en el coche, yo en un trozo de la tienda, en el otro trozo están las neveritas y las mochilas y M., y los demás duermen fuera bocabajo dentro de sus sacos, los muertos en su cajita isotérmica, y durante el día hacen sus cosas sin coincidir demasiado con nosotros. Jadin y Alexandre, quien sabe qué piensan. Se ponen a hablar en su idioma dando voces muchas veces y luego se parten a carcajadas. M. tiene momentos silenciosos pero la mayor parte del tiempo está drogada así que nunca sé bien si me ha perdonado. Louise duerme cada noche en un sitio distinto que nunca nos cuenta, en caravanas remodeladas de los 70 o en tiendas que se montan en 15 segundos o en remolques, rodeada de amantes con los que en realidad no folla. Cuando no tenemos nada más de que hablar el Chico y yo la criticamos. No debería portarse así, no no, debería estar con nosotros y dejar de pensar en su espacio y sus cosas. Pero la queremos mucho, siempre le dejamos los mejores bocadillos.

La comida es frágil, al tercer día empieza a podrirse, el sol de Coachella se mete por donde puede y el pan y los tomates son lo más vulnerable. Tres días de sudor cerveza y éxtasis, es una densidad como de estar sacando raíces desde debajo de las uñas hasta la tierra, por eso cuesta tanto caminar, probamos a desayunar cocaína algunos días. El Chico se hace su primera raya un domingo a las 2 de la tarde, dentro de la tienda de campaña que en realidad es un horno y un hogar, y nos abraza con su sudor mostaza como muestra de agradecimiento. Es nuestro día libre, somos una gran familia de vaciones en el desierto. M. está bonita, está voluptuosa en sus vestidos blancos y no lo sabe. Por la noche la temperatura es perfecta, nos disolvemos dentro del aire, jamás hemos sentido nada así, salimos a pasear. Sale música de todas partes, el campamento se convierte en una oscuridad llena de gente. Todos nos queremos porque sabemos que no durará, y si durara nos seguiríamos queriendo. M. me dice, si te hubiera conocido antes, si vivieras más cerca, si tuvieras más dinero. La cojo muy fuerte de la cintura para recordar más tarde todas las cosas que no sucederán. No hay estrellas, sólo cúmulos de gente borracha y cúmulos de gente sentada en el suelo mirando como cambian las luces del rojo al azul y de azul a blanco amarillo y verde. Estamos aquí y estamos tan felices, y estamos tan felices, a veces hay que sedarse para que subir no duela.

El Chico

El Chico viene a visitarnos para ver como están los muertos, para ver si están. Hemos invitado a algunos conocidos a cenar. No queremos que hablen mal ahora que están los muertos de vuelta, pero no nos cae bien esta gente. Hago el mejor cake de mi vida y se lo comen todo. Louise se va a dormir. Yo les digo a nuestros conocidos:
bueno, ya es tarde, y los mosquitos, en fin, llevan un rato mirándonos. Y los mosquitos podrían salir volando contra nuestros invitados y darles mordiscos de un milímetro en los tobillos, y luego la noticia saldría en los periódicos del pueblo y vendría a vernos el alcalde, y los medios nos pedirían explicaciones, pero nos admirarían, secretamente, el Chico me dice vámonos al bar. El bar va a cerrar en media hora, aún así vamos. Cojo prestada una bicicleta. En la esquina izquierda de la barra el Chico se pone a hablar de amor, de como estamos todos tan jodidos, dice, de Louise y sus amantes, y M. y yo, y la gente que ya no le recuerda. Pedimos dos Long Islands. Yo pienso que el Chico tiene un problema con el alcohol. Él está más o menos de acuerdo. Somos dos hombres quejándose como rancheras en el borde de una barra y en el escenario del fondo suena una señora gorda haciendo versiones de viejos hits de los doors. Jim Morrison en realidad no quería ser cantante, me cuenta el Chico.

20100514

Move away

Move away from your western guns
travel toward eastern suns

20100506

03. Lo que América puede

Louise comes to my door and tells me, I'm leaving. I don't ask why because I know it is because of Los Muertos. Because she can't stand them, or she loves them too much, because she cannot stay always like this. Waiting and jumping. And she says I'm leaving, you know, it's not a happy feeling, what's the matter, she asks me, and I yell at her, goddamnit, Louise, I'm not ready,
I'm not ready
I'm not ready
goddamnit
goddamnit Louise
the room is a mess after the theft. We have nothing.
The two Muertos stand in silence at the end of the corredor. Los Muertos are always the problem. We usually think love is the problem, because it happens more often at this age, but the real problem is death, love pushes you to die, death stops you from loving, death can stop a train going east, death can drain Miami beach, death always destroys Louissiana, death is money and intermittent phonecalls, love is so worthless compared to death, but why are we talking about love. Louise: with her cold solid trembling voice: go home.
Go home, she tells me.
But where? I say
And so many said that before me, and it's such an empty question.

20100503

Jade and Alexander

[Her:]
Alabama, Arkansas,
I do love my ma and pa,
Not the way that I do love you.

[Him:]
Holy, Moley, me, oh my,
You're the apple of my eye,
Girl I've never loved one like you.

[Her:]
Man oh man you're my best friend,
I scream it to the nothingness,
There ain't nothing that I need.

[Him:]
Well, hot and heavy, pumpkin pie,
Chocolate candy, Jesus Christ,
Ain't nothing please me more than you.

[Both:]
Ahh Home. Let me come home
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is wherever I'm with you.

La, la, la, la, take me home.
Mother, I'm coming home.

[Him:]
I'll follow you into the park,
Through the jungle through the dark,
Girl I never loved one like you.

[Her:]
Moats and boats and waterfalls,
Alley-ways and pay phone calls,
I've been everywhere with you.

[Him:]
We laugh until we think we’ll die,
Barefoot on a summer night
Nothin’ new is sweeter than with you

[Her:]
And in the streets you run afree,
Like it's only you and me,
Geeze, you're something to see.

[Both:]
Ahh Home. Let me go home.
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is wherever I'm with you.

La, la, la, la, take me home.
Daddy, I'm coming home.

(Talking)
Him: Jade
Her: Alexander
Him: Do you remember that day you fell outta my window?
Her: I sure do, you came jumping out after me.
Him: Well, you fell on the concrete, nearly broke your dress, you were bleeding all over the place and I rushed you out to the hospital, you remember that?
Her: Yes I do.
Him: Well there's something I never told you about that night.
Her: What didn't you tell me?
Him: While you were sitting in the backseat smoking a cigarette you thought was gonna be your last, I was falling deep, deeply in love with you, and I never told you til just now.

[Both:]
Ahh Home. Let me go home.
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is where I'm alone with you.

[Him:]
Home. Let me come home.
Home is wherever I'm with you.

[Her:]
Ahh home. Yes I am ho-oh-ome.
Home is when I'm alone with you.

[Her:]
Alabama, Arkansas,
I do love my ma and pa...
Moats and boats and waterfalls,
Alley-ways and pay phone calls...

[Both:]
Ahh Home. Let me go home.
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is where I'm alone with you...

20100502

note to self

I photograph these people because I don't want to forget.

Note to self.

* Vende libros que roba de la biblioteca, y su ropa, y todo lo que va encontrando por la casa. Va vaciando la casa. Nos tenemos que ir

* Pero necesitamos más dinero -- cowboys -- dos semanas viviendo a la izquierda de las caravanas, por debajo del polvo JOSHUA TREE

* Joshua tree.

* Chico sleeps in the car. Lou sleeps in other people's tents, because she never remembers how to come back at night.

* Cocaina para desayunar, tubitos de papel, extasy, Steven.

* Las tres conversaciones: 1) to kill a whealthy lord 2) ser un pez gato 3)

the end is close, and I hate you because I love you, and the more love there is, the more hate.

* Los mosquitos se descontrolan, cientos de cadáveres de mosquitos montoncitos de ceniza en las ventanas, mosquitos en el té, in the sink, en la garganta. Nos tenemos que ir.

20100409

my books

So I fall asleep in the patio and while I'm sleeping it occurs to me that this is the end of adolescence as a period. Not as a state of mind but as a period. And life at the verge of this period is a bunch of losses, it is a bunch of things that end abruptly, things and people replaced by things and people that will be eventually lost. Some old pain comes to comfort me in this dream, a pain that I know and I can touch because it was the present I was given at birth. I can turn this pain into a little ball. I can keep this ball in a box inside a closet. I can keep it as I keep all my other maps and my jackets for the winter and some of my books.

Una ducha blanca

Tenemos una ducha blanca al fondo del baño, de azulejos blancos cuadrados, y los mosquitos aprenden a volar de una parte a otra esquivando los chorros de agua. Atraviesan el agua y luego se quedan pegados a la pared y no molestan. Dos o tres mosquitos. Son mosquitos bien negros. Yo agarro el jabón y me lo froto contra el pie y de pronto me doy cuenta de que hace tanto tiempo que no pienso en J., que no pienso en mi país, que no giro la cabeza. Hace tanto tiempo que vivo aquí. Louise ha salido con los muertos al parque. Yo me seco y me siento al sol en el patio y me quedo dormido.

20100408

Volvemos a casa

Volvemos a casa, volvemos a La Ciudad, atravesamos Nevada en horizontal para volver, sin mover el volante, el desierto pasa de largo, hacia atrás, se va quedando. Louise se cambia alternativamente sus gafas rojas y sus gafas azules, y nos va contando como ve el paisaje. La tierra caliente con las gafas rojas y la tierra verde con las gafas azules, los camiones crecen y decrecen y el cielo a siete metros y medio sobre nuestras cabezas, yay yay yay dan grititos hasta los muertos, porque la casa siempre estuvo ahí pero ahora es nuestra y por eso sentimos que se acerca.

Y la casa cuando entramos está invadida de mosquitos, mosquitos pequeños negros en forma de corazón invertido, y mosquitos gigantes que no coordinan sus propias patas mientras vuelan, y otros diminutos más pequeños que todos los demás entrando y saliendo del cubo de basura, y que no se notan hasta que no se ven contra un fondo claro, como una pared de color verde pálido. Los mosquitos no nos atacan, los muertos van corriendo al tocadiscos y ponen música de Nowlans, y nosotros bailamos, bailamos y nos hace mucha gracia estar bailando a pleno sol, a pleno sol. Tú no puedes entenderlo, porque estás muy lejos, pero es que estamos bailando a pleno sol.

20100405

ocurre

Ocurre mientras manejo que entre la música de la radio y yo hay un silencio, y subo el volumen pero sigue habiendo silencio entre medias, como una costra de unos cinco centímetros, el silencio de pasta de yeso del grandcanyon, no el de un pasillo.
No se lo cuento a nadie. El desierto aún tiene sus maneras.

desde

Desde Williams mandamos postales porque estamos felices, Louise y yo y los muertos sonriendo en un jacuzzi, Louise y yo y los muertos con las sombras alargadas, Louise y yo y los muertos comiendo melón.
A la mañana siguiente queremos tirarnos por una ladera del Grandcanyon a ver qué pasa, a ver como flotamos a través del aire densísimo hasta el otro lado. Louise dice que no hace falta llevar agua porque podemos comernos la nieve. Le explicamos que la nieve está sucia, y ella dice, como va a estar sucia si es blanca, period.
A la mañana siguiente nos vamos por una carretera sin techo de AZ y se me van desintegrando los pulmones, se me van desintegrando se me van quedando en las tiendas de regalos y en la tierra y en la tierra.

la mañana

la mañana de después es cuando el cuerpo es más frágil, porque el cuerpo no tiene hambre, se quiere ir de sí y mirarse desde fuera mientras camina de Wilshire a Pico, pero ya no puede, así que se queda dormido, se duerme el cuerpo dentro del cuerpo y sólo siguen funcionando los ojos y los pies.

20100404

Y encontramos a los muertos otra vez

Y encontramos a los muertos otra vez, y les despegamos las costras de suciedad. Muertos-Maniquíes. Les quitamos los disfraces de prostituta de la tienda de souvenirs. Los abrazamos, negociamos con el dependiente, no nunca estuvieron en venta, nos los llevamos en volandas lejos de los imanes de nevera, los llaveros, los abrelatas, las camisetas, los corazones de peluche, las postales a 50 centavos. Hemos reservado una habitación en el Terrible's y pedimos que nos suban una botella de Champán de 9 dolares. Estamos eufóricos, estamos deseando volver a empezar y asustados. Nos miramos, nos contamos cosas de estos últimos meses. Luego los muertos se lavan los dientes. Los muertos hermosos y para siempre, y su carga de cosas sin resolver que tanto temíamos haber perdido. Louise y yo bajamos a jugar a la ruleta. Le pido que me preste 20 dólares y los pierdo y ella los vuelve a ganar al cabo de una hora y esa es la mejor metáfora que puede ofrecernos el casino. Todo alrededor es nicotina pegada a las paredes. El jugador de la izquierda pierde el pelo y los dientes se le juntan en forma de pico mientras le dice a Louise oh god you're so sexy, y en frente una familia y la madre con la mano rota dice "mijo, a qué número, a QUÉ número!". Apuesta una entre el 7 y el 8, y cinco a rojas, y otras tantas a números fijos, números de nacimientos, y le da codazos con el brazo enyesado al marido gordo de atrás, al hijo, mijo, di algo, la bolita cae, los hombres pequeños con corbata y pelo blanco escribiendo en ráfagas, y nuestro dealer se transforma en un caballo blando. Louise: vámonos. 36 dólares. El ascensor con una manchita de pis. En la habitación los muertos duermen haciendo juego con el wall paper. La habitación tiene un halo amarillo mostaza y es grande para que quepan las familias. Louise me da sexo sucio. Me dice que está cansada, me pide que me siente en su cara y le meta la polla en la boca lo más que pueda. Le veo el cuerpo desde el cuello curvándose de placer y de asco. Se queda dormida. Pero en este lugar nadie más duerme, y toda la ciudad la está mirando, yo apago la luz.

Pensar en esfumarse y en todas las cosas que se esfuman. Pensar en un parkinglot y en un pasillo de tragaperras y en los cementerios. Tapar a los muertos para que no cojan frío. Pensar en Louise.

20100401

Los angentes de viaje de US Airways

A veces llamamos a los agentes de viaje de US Airways para hablar con gente amable. Hay muchas personas que hacen esto. Preguntamos algo estúpido, algo que ya sabemos, que todos los vuelos a europa paran en Philadelphia o en Nueva York o en Atlanta, o que si decidimos bajarnos en el aeropuerto de nuestra conexión el equipaje seguirá viajando sin nosotros hasta nuestro destino final.

20100331

Las Vegas

Entonces, después de reunir todo nuestro botín y pagarle, darle todo nuestro dinero, nos revela que los muertos pasaron por Arizona y que están en Nevada, que están escondidos en una caja en Las Vegas. Entonces nos vamos a Las Vegas en el carro de Joe. Entonces el mundo colapsa y por encima de nuestras cabezas vuelan trozos de neones, cerezas, campanas, campanas campanas campanas los números sucios del tapete de la mesa, trozos de grasa amarilla de ludópatas, espinas dorsales de ludópatas arqueadas sobre sí mismas, columnas de ceniza colgando en las colillas, trozos de azul artificial de cielo, trozos de negro artificial de cielo, risas de HE-HE-HE-HE taxis volcados, camisetas I'M A BITCH, a bitch, a bitch, maquillaje en trozos de lluvia, medusa ron, moquetas y recepcionistas, histeria de HE-HE-HE-GOOD LUCK trozos geométricos de pasillos, camina por lasvegasboulevardsouth y al final a la derecha: arrugas de viejas caladas de sudor de viejas, sudor de viejas, trozos de pollas de ciegos, que se levantan, que se levantan, boy mira que buen par de tetas? boy, vejez y asco 21 años y asco, 23 años y asco, 25 años y asco, miedo y asco, cables de un cuadro a otro, piratas de silicona reversible masas de colores haciendo lagos para bailar, bailar toda la noche, ALL YOU NEED, y sombreros que hacen ZAS MAGIA! y el vertido de toda la parte oscura de las mentes del mundo, reciclándose, yendo a la sinagoga, casándose por cinco dólares en downtown.

AZ

20100328

The New West

The new west: The new terror of the new deserted streets: HAHA! LISTEN TO ME YOU SLEEPING CITIZENS!: two new white hipsters biking across the streets of Downtown, Chinatown, over the highways. Two ghosts of plastic fighting rats and cockroaches, no camera, no action: memory.

20100326

Este rincón

Este rincón de la ciudad donde está La Tribu O TRA VEZ! desde Beverly, llueve, este sentimiento de SÍ!rreversible es la brujería y el chico nos dijo, yo no voy, qué miedo, pero si no lo hacemos ahora, si no llamamos a nuestros muertos, si no los encontramos para pedirles perdón, YA dejaremos que crezcan y nos odien al final como hijos. Lo oscuro o lo acogemos o nos carcome - irreversible irreversibleirrebersivle, entramos, Kafa está terminando una hamburguesa en la mesita con tarros de colores, la secretaria discute con alguien por teléfono. Firmamos, pagamos, nos tumbamos, y Louise me da la mano, el calor de La Mano Louise, yo amo a Louise tanto como a esta manera de estar vivo.

La familia

La familia Williams comiendo melón. 1907.

20100325

Durante todo el mes de febrero

Durante todo el mes de febrero hemos sabido que teníamos que hacer algo pero no hemos sabido bien qué. Fooling around, el sol de febrero: buscar es una pérdida de tiempo. Louise se levanta un día y me dice: ya lo tengo.

Y resulta que nunca hasta entonces habíamos pensado en el chamanismo. Louise: pero queremos encontrarlos, ¿no? Y yo: sí, claro. Y ella: pues entonces vamos a dejarnosdegilipolleces y a dejar de buscar y a encontrarlos deunaputavez, buscar es una pérdida de tiempo y yo estoy cansada, tienes los ojos rojos, estoy cansada. Y yo: bueno, no sé, tendremos que pensarlo un poco, si los llama un chamán ya se quedan para toda la vida, los muertos ¿no? Y Louise: supongo que sí, nunca he hecho esto antes. Yo tampoco. No sé mucho de brujos. Y yo: Yo tampoco. Y yo: a lo mejor duele, ¿no? Y Louise: no dice nada.

El sábado vamos caminando al templito que llaman la tribu. Caminamos por las calles planas siendo como siempre muy respetuosos con los mendigos y mirando dentro de los escaparates. Third and Crescent Heights, desde el cielo todo esto debe ser una red de líneas de luz. Cuando abrimos la puerta la secretaria está terminando de cobrarle a una chica, luego nos pregunta qué queremos y nos da los precios, que van por hora, y nos presenta a Kafa, un doctor con los ojos negros que todos los días saca muertos al mundo, que todos los días gana 500 dólares, y luego: qué quieren exactamente, y no nos hace mucho caso mientras le contamos lo importante que es para nosotros, pero el sitio está limpio y las paredes son de color rojo, y nos da cita para la semana siguiente.

Está el arcoiris al fondo de la calle cuando salimos de allí. Cada día hablamos de si seguir adelante con lo de la brujería y de lo que significa seguir adelante o no seguir adelante, no hablamos de otra cosa. Me doy cuenta de que es evidente que vamos a seguir, de como todo se nos va continuamente de las manos, de que en realidad nunca hemos tenido el control de nada porque estamos mucho más por dentro de nosotros que nuestros actos y cocino todas las noches de esa semana para Louise y el Chico y ellos opinan que nunca cociné mejor.

20100309

Durante todo el mes de febrero

Durante todo el mes de febrero hemos buscado a los muertos frenéticamente y obsesionados, con toda la oficina pendiente y los días pasando y pasando. Buscamos a los muertos con los muertos en TJ, en los barrancos de San Diego y los buscamos con los vivos en un gabinete de curiosidades. No tenemos amigos en TJ. Sabes cual es la diferencia entre los mexicanos y los españoles, que los españoles son blancos y son ricos, AQUÍ NO SE HACEN fotos - beauty, un oficial le toca el muslo a Louise. Le dan el mismo miedo los militares que la lluvia. ¿Quieren que les cuente como se comen los tacos en Siudad Juarez, El Paso, Tijuana, El tranvía está lleno de locos, ojos rojos de locos, cánticos de locos y señoras mayores que se duermen. Y Louise dice no me dejes aquí, no me dejes aquí, no te vayas de aquí, aunque yo nunca dije que fuera a irme. Louise y la locura mirándose de frente, y dice estoy vacía vacía vacía? Y dice: no enterremos nunca más. Y yo estoy de acuerdo: no enterremos. Se acabó.

20100307

LOS IMPULSOS CONFORMAN EL MUNDO, NIÑOS NUNCA SABEN.

"It was the end of the continent, no more land. Somebody had tipped the American continent like a pinball machine and all the goofballs had come rolling to LA in the southwest corner. I cried for all of us. There was no end to the American sadness and the American madness. Someday we'll all start laughing and roll on the ground when we realize how funny it's been. Until then there is a lugubrious seriousness I love in all this. // He took out other pictures. I realized these were all the snapshots which our children would look at someday with wonder, thinking their parents had lived smooth well-ordered lives and got up in the morning to walk proudly on the sidewalks of life, never dreaming the raggedy madness and riot, of our actual lives, our actual night, the hell of it, the sensless nightmare road. JUICES INFORM THE WORLD, CHILDREN NEVER KNOW"

20100305

Temporary

- Temporary friends
- Michelle Holmes - hunger, LA, Riverside at 7:35
- X --> 54 days in jail/prostitution
It's not my fault that I get arrested it's not my fault that I don't have an ID
- Alice in Wonderland


Michelle me pide, tienes un dolar, y yo le he dicho, no, no tengo cash, y también necesito un dolar, y los dos nos hemos puesto a pedir dos dolares,
Elaine nos ha dicho teneis un cigarro.
Los de seguridad nos han indicado(: allí) dónde podíamos fumar, en una esquina alejada de la gente saludable.
Elaine ha estado en la carcel 54 días por prostituirse.
Michelle tiene hambre y dice: "hambre", "hungry", sin darse cuenta de que lo ha dicho.
Michelle va a Riverside en el tren de las 7:35
Michelle va a fumarse un canuto luego, antes de coger el tren.
Elaine necesita ir a san francisco y no tiene documentos porque se los quitaron en la carcel, y tiene un brazalete de plástico que le pusieron en la carcel, y sus cartas de la carcel.
Un hombre se acerca y dice hey, yo salí antes de ayer, tenéis un cigarro.
Elaine lleva palabras tatuadas en las muñecas, y el nombre de su madre en el antebrazo, y va a tatuarse Alicia En El Pais De Las Maravillas en la espalda.
La cara de Michelle sale listabonitaltiva y brillante, la cara de Elaine está quemada porque su piel es demasiado blanca y la camara midió la luz en la piel de Michelle que es marrón oscura.
Michelle no tiene dirección y por eso no sé donde enviar la fotografía.

20100304

para toda

Para toda la vida es
para el resto de la vida es
for the rest of your life es
hasta la muerte es
hasta que mueras
es
hasta que tú te mueras
BIBLIA DE NEON, BIBLIA DE NEON:
este chico ha visto la muerte desde lejos.
(1)

ella dice SAL AFUERA A VER LAS NUBES
(2)

los muertos dicen Y QUÉ
(3)

y la tarde va transcurriendo como transcurrirán el resto de los días.

20100222

!

Que los muertos vuelvan a levantarse es normal, los muertos sin fe. Nosotros los enterramos y después ellos salen, no inmediatamente, luego. Nos damos la vuelta, un poco apenados: buen trabajo, y un poco ansiosos y un poco satisfechos: mira qué silencio hace esta tarde, Louise. Pero los muertos al rato, cuando ya no nos huelen, van saliendo, van trepando, escarban, animalitos
mira!
que!
silencio!
hace!
Nosotros
pensamos que ya no están, y ellos vuelven a desenterrarse y están y estarán para siempre, y nos envidian a los inmortales nos miran con mucha melancolía desde la distancia, y nos tienen miedo.

20100221

TJ

Están vomitando
en la puerta de su casa
y él se quita la bota para decirles
para
decirles
muchachos:
para decirles muchachos:
no
este no es, decirles:
muchachos, este no es
decirles:
muchachos este
este no es el camino
the road no es el camino
jesucristo es el camino
y los mapas y los perros
y los mapas y los gallos
y los mapas pintados con regla
y los mapas y el lodo y los mapas
y la santa inocencia de los muchachos

20100214

tan los muertos

-tan los muertos? -c-? no est- ? d--q no ESTÁN --los muer--el jueves recibimos malas noticias. Han ido al cementerio a comprobar y no están, han metido sus testadores en la tierra y no había nada debajo. Los mariachis cantan preparándose para San Valentín, son las 6 de la tarde, despierto a Louise, vamos, ¿donde? A McArthur.

Los dos hombres están en una esquina de la plaza, son educados, relucen sus pieles negras en lo oscuro, en medio de los drogadictos y los pandilleros que nos dicen: Jesús te ama. Le compramos unos dulces a la señora gorda de enfrente del 99cents, llega la policía y le dice a la señora: go. Metimos nuestros testadores y no había nada, nos dicen, y les juramos que los enterramos allí, los enterramos hace un mes, a mi vuelta del viaje, se lo juramos, ¿y qué podemos hacer? Hay un loco contorsionado debajo de una farola que no llega a caerse. Hay que encontrarlos. Esto no se termina, me dice Louise ya en el autobús, no se termina.

A las cuatro de la mañana tenemos que encontrarnos con Jason y su mujer. Hasta entonces decidimos ir a ver a los chicos de Echo Park para despejarnos. Cenamos unos bocadillos en el laundrymatic, mirando como giran las lavadoras, y los bocadillos nos saben a jabón. Pasamos por la galería, los de las antigüedades han vendido todos los trajes, Louise gets disappointed porque ella quería uno. Luego en los indios nos invitan a mariguana y nos enteramos de que están los Junkies tocando a dos manzanas. Louise me dice: me quedan dos pastillas. Nos drogamos y vamos para allá. Los junkies son una familia, una familia entera en el escenario, y los sonidos nos penetran por los poros de la cara, y todo el amor se nos sube a la cabeza y salimos al patio a hablar. Hablamos like mad, como nunca en nuestra vida. Louise y yo. Se nos van sumando y separando parejas de gente, vodka en botellas de plástico, la gente mueve la cabeza, alante-abajo y atrás-arriba, escucha lo que dicen, tío, man, los junkies. Nos vamos para poder coger el autobús antes de las dos, Louise ha tenido una idea, vámonos a la Freak.

Hacia Hollywood a las dos en un autobús con cuatro hombres dormidos en exactamente la misma posición.

Nosotros seguimos hablando y hablando hasta toparnos con la iglesia. En la freak no hay apenas nadie pero por casualidad están Jason y su mujer, solos bailando en la pista, debajo de un foco azul, la mujer de Jason es gorda y bonita, se mueve despacio, con cariño, nos unimos, bailamos los cuatro, con el foco azul, un flaco pincha en alguna habitación de arriba. Louise conoce a un hombre hermoso y habla con él como estaba hablando conmigo, soltando todas las palabras al mismo tiempo. A las cuatro Jason dice vamos? Su coche tiene el maletero más grande que hemos visto en nuestra vida. En los asientos de atrás Louise y yo cabemos como niños secuestrados. Seguimos viajando un poco arriba y me da miedo de pronto no estar a la altura. Llegamos al garaje, subimos a su apartamento. Jason tiene un compañero insomne que nos mira desde el balcón y luego desde la mesa de la tele y desde la cocina. Desde distintos ángulos. Nos pregunta qué hacemos allí. Aquí está, dice Jason. Louise ha salido a fumar al balcón. Me doy cuenta de mi continua transición entre la edad adulta y la adolescencia, y viceversa y viceversa y viceversa: es la primera vez que sostengo una pistola.

Es un revólver, no está cargado, me dice, pesa - pero es mejor que pese, ¿ves? así cuando disparas no tira para atrás. Si alguien entra en tu casa, dicen, hay que darle un aviso después del aviso tiras a matar. Hay que disparar a la cabeza y matarlo y luego llamar a la policía. ¿Alguna vez has matado a alguien Jason? Geez no! Mientras me explican disparo ficticiamente a la cara gorda de un anuncio de donuts, a través de la ventana. Luego lentamente giro la muñeca y apunto a la cabeza del chico insomne. Me miran. Se quedan en silencio, nos quedamos en silencio. Jason pone una mano en el cañon: nunca, oyes, sólo se apunta para tirar a matar. Estamos solos en el salón de una casa de Culver City. Louise vuelve del balcón y pregunta si podemos quedarnos a dormir en el sofá.

Por la mañana seguimos sintiéndonos bien. Desayunamos pancakes con huevos y café de vainilla y lueno nos dejan en Venice bvd. Verano de febrero. La playa es una ventana al paraiso, una cometa en forma de gaviota, familias de amantes, niños que hacen volteretas sucesivamente a lo largo de toda la costa, las botas vaqueras en la arena, la montaña azul y el cielo azul. Nos acercamos a ver qué tal los de los tambores, y bailamos un poco. No sabemos bien qué tenemos que hacer. Perdimos a los muertos, tenemos un revólver. No queremos pensar. Se pone el sol y le pregunto a Louise si quiere que nos pasemos por China Town a buscar a El Chico. El Chico no está, pero en la discoteca del chino-chicano las luces parecen las de una nave espacial o una galaxia. Hace rato que hemos dejado de hablar. Nos sentimos perdidos, repletos, cansados y en paz, y cogemos el último tren treinta segundos antes de que salga. Corremos por el andén como posesos y un hombre enrojecido nos dice cuando nos sentamos -partiéndonos de risa- you were lucky. La suerte de los perros: callejones. Por la mañana seguimos sintiéndonos bien.

20100210

A girl outside

A girl outside the Cafe Royale, slight, small, beautiful, hoodie and tight pants. She came from Chicago without money, all the way through San Fran crashing in couches and sharing rides, she is an artist. Artist, well, you know, means nothing. She makes videos. And the guy smoking across from her, gangsta rap, he is German-undocumented-works in a taco store. Negroes kill latinos all the time, they know all latinos carry cash, latinos get payed under the table, they carry their cash everywhere, a lot of cash. And he rolls his cigarettes and is bold and wears a cap as El Chico wears his cap, and he reminds me of home. The guys in the train. Andy. The one who left his three years old child and played the guitar and met the small, blond girl, and the small, blond girl has a bottle of whiskey in her purse. The owner of the folk store, how do you play these spoons? you play them like this, the fiancee of the woman who plays uke. The man who knows me because he has studied the zodiac signs. The girl who dances and talk, the other four girls that just dance. The beautiful one that kissed me and who I kissed, we kissed exactly at the same time, we kissed without a word. We knew we had to kiss, we had to kiss a lot in all the rooms, before the city burst, and all the rooms were full of vinyls, and little pukes, and graffiti, and love.

20100130

Amo este

- Amo este país
- Pero cuanto
- Cómo cuanto?
- qué tanto lo amas, en que medida?
- como si yo fuera un hijo nacido de los restos

Pico Boulevard, LA

20100129

Los pelícanos de la playa

Los pelícanos de la playa son tan gordos que no pueden mirarte de frente. Les frena el pico. Luego despegan como animales prehistóricos. He dejado a Louise en casa. Desde que enterramos a los muertos hay largos silencios, y tardes con mucho espacio. Hay una maceta nueva en la ventana de la cocina, la lluvia mató a todas las demás plantas y estuvimos apenados por eso una semana entera. Las gaviotas están congregadas en un punto muy concreto y miran la espuma. La espuma es química. Se solidifica al llegar a la orilla y luego sigue su curso caminando deslizándose por la arena. Montones blancos de espuma petrificada, te lo juro, Lou, le digo por teléfono, what is your guess, do you think it's toxic? La luz le da a la espuma de costado y parece un asunto de otra época, y también que recordaré este momento para siempre hasta que muera. Luego la fiesta. Las fiestas en la arena de Venice son siempre de gente que está sola en su éxtasis pero junta bailando, y se pone el sol. Se pone el sol todos los días, todos los días del año. Hoy he venido con el chico, he dejado a Louise en casa. Desde que enterramos a los muertos la música encaja, vamos a los bares y pedimos bloodymarys. Estamos pensando en mudarnos al village, con la gente bien. Cambiarnos el apellido, llevar una vida tranquila. El chico me mira desde lo alto de la jarra de cerveza, y despega otro pelícano, casi de las manos de una señora que intenta dar de comer a las gaviotas, y alguien cae en coma al suelo. Siempre que vemos a alguien morir, y a los firemen no taparle la cabeza para fingir que está bien, nos ponemos a comer palomitas. Desde que enterramos a los muertos. Comemos palomitas entre la gente, de frente a la camilla. Antes teníamos más pudor, y menos conciencia. Yo nunca había visto un pelícano, antes.

20100123

El tercer lunes de enero

El tercer lunes de enero, después de que enterráramos a los muertos por primera vez y pensáramos que para siempre, empezó a llover y ya no paró. Llovió suave en dirección suroeste, luego más fuerte, luego sólo hacia el sur, verticalmente sólo, y cada vez más fuerte, hasta que parecía que estaba a punto de parar, pero seguía. En ese tiempo, Louise aprendió a tocar el piano, practicó su francés, cosió su ropa interior, hizo fotografías del salón y del lavadero, leyó el periódico, cocinó bizcochos, arregló la cañería de la ducha, regó las plantas de interior, hizo ejercicio, abdominales y flexiones en la moqueta del pasillo, revisó las cartas del banco. Yo abrí la puerta 50 grados y me senté y me puse a fumar y a mirar.

Desde la puerta vi: la bicicleta de Louise con un paraguas para salvar el sillín, que la mesa del patio estaba torcida, un pájaro entrando en un matorral, la planta muerta en el escalón, por la calle pasó una chica con tacones, el reflejo de dos árboles, el musgo de la entrada, se encendió el farol del edificio de enfrente, alguien paseando sin paraguas por el campo de fútbol, un chico con muletas, dos chicos con capuchas, el ruido de una ambulancia o de la policía, mi bicicleta apuntando hacia la bicicleta de Louise, mi bicicleta en ángulo recto con la mesa torcida, puse un disco de jazz que habíamos oído muchas veces con la canción a foggy day, esperé a que pasara algo, no me pareció que hiciera falta que pasara nada.

Al cabo de varios días Louise y yo nos encontramos en el pasillo y nos quedamos mirándonos durante cuarenta y siete minutos.

20100121

* (siete meses antes)

El Hombre me abre la puerta él mismo, es una oficina muy corriente. No me invita a que me siente y él tampoco se sienta, así que parece que el asunto será breve pero en realidad habla durante casi una hora, yo le pregunto: en qué consiste. Él me dice: son muertos que hay que enterrar, yo le pregunto: donde, y él me contesta: donde los muertos quieran. Son muertos bonitos, lustrosos, limpios, agradables al trato. Pesan un poco, como todos los muertos, ocupan un poco y condicionan, pero no dan mucho quehacer, no opinan, no te intentan convencer, un cigarro, no gracias. No fumo cuando tengo que prestar atención, Ilaria decía: cuando no sepas qué hacer, fúmate un cigarro. El Hombre mira sus estanterías, está rodeado de estanterías como un CARACOL.


Me dice: tienes que cruzar la frontera y llegar a Losestadosunidosdenorteamérica. Estos muertos son de allí y allí tienen que acabar. Son de ese tipo de muertos que nadie quiere, se los han ido pasando de uno a otro y han acabado aquí, añade otras cosas que podría hacer al otro lado de la frontera para aumentar un poco mi salario El Hombre para de hablar para respirar y mirarme. Dice: “una bonita suma”. Dice: lo malo del trabajo es que no se sabe cuando terminará ni como. Donde los muertos quieran y cuando los muertos quieran, pero a veces es difícil de averiguar porque los muertos en realidad no quieren. Ellos dicen que sí quieren pero en realidad no. Enterrarse es el fin. Estos son de esa clase de muertos que piensan que no hay nada después. J. me decía que ya era hora de que empezara a vivir del todo, pero por otra parte solía decir muy a menudo “no hay prisa”. Esta mañana he pasado por delante de su casa y había un grupo de personas rubias esperando el autobús. Todos eran rubios por casualidad. Concéntrate me digo, y El Hombre sigue hablando desde las alturas de sus estanterías: tienes que: meter a tus tres muertos en la maleta, cruzar sin que te abran la maleta, no hablar de lo que llevas en la maleta, principalmente no hablar, escuchar mucho más que hablar, y una vez allí quedarte, hang around, ver qué pasa. Me dice: nos veremos pronto, y: contigo hasta la puerta del avión pero a partir de ahí estás solo, y: por aquí, adelante, y abre una puerta de las que dan al pasillo, y entramos en la morgue y allí me presenta a los tres muertos.

Me dice bienvenido

Me dice: "bienvenido", después paso un día con la maleta a cuestas tratando de devolver la bicicleta robada, con su basket y el claxon en forma de luchador de sumo. Me encuentro con el chico de negro otra vez y el chico de negro me mira con reprobación, a mi y a mi maleta, luego me lleva en coche hasta Los Angeles. Hacemos cinco horas en silencio y pasan bastante deprisa para ser tantas horas. Me suelta en San Fernando y me doy cuenta al darle la mano de que ahora parece más mayor de lo que me pareció al principio. En San Fernando dos mejicanos grandes se acercan y se alejan de mi y se vuelven a acercar, y luego llega el autobús. Al final del camino está Louise. Y Louise me pregunta:

- cómo fue tu viaje.

También me pregunta ¿qué has visto, qué has hecho, qué has comido, me has echado de menos? Yo le digo que no lo sé, yo tengo tantas partes de América, tantas tantas horas de américa, y amantes y mirar a los amantes, mirarlos recoger colillas de cigarro, todos los pueblos, de Washington a California / es duro no morirse a cada momento y hace mucho que no duermo, le digo: no lo sé, es demasiado largo / no lo sé, hace mucho de todo esto. Hace más de media hora. Los muertos tienen mucha curiosidad por saber qué he visto, ninguno de los dos estuvo nunca en el norte, y sólo sé decirles que el norte es como el sur, y como el este y como todas partes, salvo el oeste. ¿No es como el oeste? No, no tiene nada que ver. Comemos algo, luego descansamos y ponemos música porque somos una pequeña familia secreta. Al día siguiente vamos a la playa Louise y yo, nos reímos tanto en el autobús que al final todos los pasajeros están aguantándose las ganas de sonreír, toda la calle aguantándose las ganas, toda la playa, el mundo entero a punto de ponerse a soltar carcajadas de gigante. Vamos a una fiesta en la arena de Venice, cuando ya es totalmente de noche, y bailamos sin decir palabra, millones de tambores, yo cojo una maraca y Louise baila baila baila en el centro del círculo. Luego viene la policía pero los que están acostumbrados a bailar (en la arena) también corren más de prisa, no saben por qué corren pero tienen que correr.

Uno le dice a Louise: qué ojos tan hermosos. Hacemos amigos y encontramos un nuevo dealer, más caro pero más seguro que el que teníamos en el barrio. Nos dice, esperadme ahí, en frente de la liquor store, luego viene en una bicicleta y tira al suelo el paquetito con el hemp envuelto en su número de teléfono. Pensaba que érais policías, ¿por qué? porque ella lleva una cámara. Me gusta estar aquí, le digo a Louise. Todavía es enero, ¿todavía? Y no nos lo podemos creer, y nos seguimos riendo todo el camino hasta realmente cansarnos.

Luego decidimos volver al viejo Sunset Strip, para celebrar la noche, pero cuando estamos a punto de salir nos llama el chico que se quedó sin sitio para dormir. Somos una familia que se expande, recogemos al chico, y seguimos bailando en la calle, en la casa, en el cementerio de los veteranos, hasta que se hace de día y se hace de noche varias veces.

20100113

Eres joven, Andy, destruye tu cuerpo

Nos encontramos en la plaza de los pioneros. Hola, eres tú, está lloviendo a medias. Esamable me presta su casa, suave sofá suave papel higiénico suave, nos sentamos en el suelo a ojear libros que hablan del tiempo y merendamos pasteles en las mejores backeries de toda la ciudad y también bebemos cócteles. Dormir cómodo: Esamable podría ser por ejemplo mi hermano pequeño, pero cuando se conoce el lado sucio la comodidad es triste. Me pongo triste. Ya no quiero estar en ningún sitio así que cojo un tren. Lo más lejos posible, sir, yes, sir, $181.00, adiós adiós y el tren contiene: el océano rodeado de montañas, y la niebla en los puertos y un puente verde, comida, dos buddies de Australia y de la frontera con Alaska, cultiva semillas ecológicas, el revisor dice watch out, podría bajar en Portland. Bajo y subo. Una mujer con cuatro hijos un hijo que juega al ajedrez empezó a jugar cuando tenía tres años no necesariamente tienes que ser muy listo para jugar al ajedrez sólo tienes que pensar con estrategia, campos y campos y un río, oh, yo soy de Nueva York, Nueva York? está bien para cuando eres joven, oh, Seattle? está demasiado limpio, limpio?, no lo creo, un cielo aplastante pero parece que el techo del tren aguantará, las mejores casas, las casas que dan a la vía del tren, las de las vallas rotas, las caravanas, y las piscinas elásticas, chatarra, columpios de plástico amarillo, enfermedad y mujeres y hombres al otro lado de las paredes, que han acumulado madera para construir cobertizos y barcas para sus hijos, y han acumulado cajas de plástico de los centros comerciales pero aún no saben para qué.

La chica de la capucha es lo más hermoso que he visto en semanas y se lo quiero decir, se lo quiero decir sinceramente eres bonita es joven y es inmortal, dice no le tengo miedo a nada. Todos nos reunimos en el vagón-lounge y hablamos sobre: las muertes de las abuelas, Vietnam, la religión el miedo viajar, la última novia del hijo del marine, sobre como el LSD hace que los dientes te sepan a dientes, sobre acupuntura, hacer autoestop, querer ser más musculoso, la sacarina, el viajero tres asientos más allá, darse cuenta de que te estás haciendo viejo o por ejemplo de que no te queda dinero en la cuenta, sobre la educación en los Estadosunidosdenorteamérica, otra vez sobre Vietnam, y sobre tener hijos y sobre pincharse heroína, a chica de la capucha me hace prometerle que nunca me pincharé heroína, y luego robamos una botella de agua.

Los viajeros se van cayendo al suelo, estamos sólo ella y yo en pie. Recorremos los pasillos en silencio hasta quedarnos mudos de verdad. Podrían ser todos cadáveres, pero son viajeros, y el tren podría seguir y seguir y así no habría que pensar, sólo desconocidos y hablar hasta exprimirse. La chica de la capucha, whatever makes you happy, es para siempre diós adiós hasta nunca, mis mejores amigos, hasta nunca. Así tiene que ser. San Francisco otra vez, más caras a la espalda, montones de palabras a la espalda.

20100108

If you meet a lion

If you meet a lion do NOT run, do NOT crouch or bend over, stand up and face the lion, appear large; wave your arms or jacket, slowly back away. De las muertes sólo hay dos que me asustan. Morir torturado y morir por el ataque de un animal salvaje. If a lion attacks do NOT turn your back or take your eyes off it, shout loudly, fight back aggressively, no ser capaz de luchar agresivamente me asusta, no parecer lo suficiéntemente grande. Que los osos ataquen sólo cuando tienen hambre, que me corten los testículos en Mexico y me los metan en la garganta. Todo lo demás, nada. Morir en un accidente, un ataque al corazón, un huracán, que se caiga el avión, que me peguen un tiro al bajar del tren, que me digan: "te quedan tres meses" y "esto no dolerá".

Louise me dice tus miedos son estúpidos y me dice también: no sabes nada de la muerte, estás rodeado de muertos pero no sabes nada, me dice. Limpia sin parar la encimera, con un trapo, una y otra vez, sin mover mi billete de avión, que está en medio. Deja un cerco cuadrado de polvo debajo de mi billete. La música hace rato que no suena, sólo un vss vss intermitente desde la antena de la radio, y coches tap tap sobre la trampilla metálica, el perro del piso de arriba, Louise que sigue limpiando con su trapo, el ruido del trapo, y más coches lejos, en la freeway. Stop it dude it's akward, no you stop it, but I need to go do whatever you want yes go, los muertos nos miran como niños pequeños.

Por la noche se agranda

Por la noche se agranda Seattle, como todas las ciudades del país. Esta no es mi casa. Los edificios se juntan con los edificios y los mendigos se juntan con los mendigos, los visitantes se dispersan para entrar en los bares, los habitantes nadie sabe donde están. Le digo, vengo de vacaciones, me daba curiosidad el norte, y no me cree. No me cree el policía y tampoco el homeless, el primero tiene una boca perfecta como un santuario de dientes, el segundo me pide un cigarro, can you give me one of those. En el McCoy's Firehouse sirven la mejor hamburguesa de los Estados Unidos. Nadie te lo asegura pero es muy probable que sea la mejor, los mendigos del SODO están bien organizados, Louise y los muertos decían adiós adiós desde el angar. Louise decía ten un buen viaje y no decía I’m very disapointed. Una semana, le prometí. Esta no es mi casa. Son mis preciosos neones y los sillones simétricos de cueroplastico, pero no se rompen los cristales, no pasa nada.

20100102

60

60 entradas a la casa del señor. Hemos dicho en fantasía que nos quedaríamos. Hemos dicho: nos quedaríamos si. Todavía no hemos dicho: nos quedaremos, pero estamos en ello, cariño, nunca ha hecho frío en Southern California, me pasa una mano por debajo del ombligo y se distrae.

Hemos jugado a que se puede empezar otra vez y otra vez y otra vez, hemos dejado de llamar a casa, hemos dejado de mirar más allá del Pacífico y de Asia y más allá de los Urales y por encima del sur, y además hemos quitado las fotos de los icebergs y hemos quemado en la barbacoa del patio muchas cosas, y hemos crucificado nombres de amigos y nombres y contactos que por si acaso había que conservar por si volvíamos: si volvemos, decimos. Ya no decimos cuando volvamos, decimos "si volvemos", para amenazar, para que se caguen de miedo. Decimos "si volvemos", Louise y yo, como si fuera un juego, somos los amos del oeste. Decimos "si volvemos" y empieza a asomar el pico una posibilidad, nos hemos drogado tanto que ni nuestras madres nos reconocerían por dentro, quiero decir, no reconocerían las tripas, ni el estómago, ni las venas que van de la nariz al cerebro, ni las arrugas del fondo del paladar.

Nuestras madres, esas hijas de puta, nuestras madres patrias, cariño, hemos conseguido destruir la familia, la familia, la familia, me está diciendo Louise que por primera vez me da love, fucking sex y me da también parte de su tristeza bíblica. Los muertos son los únicos que saben que no hay que volver, porque no se vuelve, porque no se puede volver, y miran la tele nueva mientras Louise me chupa los dedos, y llegan los amigos que habíamos previsto y después de cachearlos en la puerta les dejamos entrar. Todos nos felicitamos, porque el trabajo fue bueno.

Nuestros amigos mercenarios que no se asustan de nada, nuestros amigos franceses y latinos que no saben hablar español y negros y chinos de Hong Kong que es China, pero no tanto. Mi piel es blanca y es combustible. M prepara samosa en la cocina, Louise prepara rayas largas de cocaína en el baño. Qué pequeño es el apartamento, qué poco hace falta para no volver, la mayor preocupación, dice Louise, se frota la encía, sería el frío, pero nunca ha hecho frío en Southern California.

Estamos guapísimos y somos muy jóvenes, y además felices, muy jóvenes y muy felices muy llenos de América y a punto de explotar y hablamos poco pero constantemente. Las voces se desplazan se hacen nubes. Hoy nada de armas, acordamos, con el paso de las horas sube la euforia, euforia en forma de apartamento pequeño. Con el paso de las horas Louise y los trotecitos al baño los litros de champán francés el acento pseudo-mexicano, con el paso de las horas, más horas. Mucho, mucho después de la media noche alguien grita “nos quedaremos!” Nos quedaremos! congelados! en el aire! para toda la vida!