20101103
20100605
todos quieren saber
cómote?
llamas?
cómo
te lla mas, y
todos quieren saber
qué y donde,
hago y está mi casa,
dondestá?
your homewhere
is your home?
los
cráteres de Groenlandia
son marcas de pruebas atómicas
los amigos
no siempre consiguen acordarse
en algún lugar son LASIETELLA
va fingir que le duele tanto la cabeza
hasta que le dejen un papel menor,
todos quieren saber-
lo porque:
tienen:
miedo de ti de
tu nombre tu ó
fi cí o de tu ca sain ciertasí que digo:
digo:
me llamo Billy
digo:
me llamo Billy
gotta go back home.
20100531
5. Lincoln
El chico me dice, mira, toca aquí, y le toco la cara y está húmeda.
Louise se despide de Jade y Alexandre.
Jade y Alexandre están borrachos en su tienda de antigüedades y nos quieren muchísimo.
Yo me despido también de Jade y Alexandre. Creo que no entienden que nos estamos despidiendo.
Louise se va.
Louise se va y la llevo al aeropuerto en un coche alquilado, y conducimos por Lincoln con las ventanas bajadas, nos gastamos todo el bote de peniques en un café en Abbot Kinney, nos vamos a la arena a mirar el océano.
Louise y yo miramos el océano mucho rato. Le digo, quieres andar por ahí, me dice no, sólo quiero mirar el océano.
Conducimos por Lincoln.
Louise se va.
Yo ya no tengo nada que hacer aquí, consulto con los muertos y dicen vámonos.
Los muertos me compran un billete de tren de regalo.
Me despido del Chico, no es del todo triste.
El Chico me dice vámonos a Miami, me reuno contigo en Miami.
A mi me da igual donde ir, okey.
Los muertos y yo en una estación de tren, con un billete de tren, hacia el este.
Los muertos y yo nos subimos al tren y La Ciudad se va quedando lejos, aunque ya estaba lejos, en verdad.
Say bbye le dice la señora a sus hijos
bbye
bbye
bbye
20100530
04. la noche
- sí
- otra ronda
- están a..
- sí a dos dólares y medio el screw driver!!
- yu huu!
- hasta las nueve
- otra ronda
- otra ronda
- bueno pues tendremos que ir a despedirnos...
- ...deja...
- ...de los muchachos
- Echo Park?
- Sí claro
- all right
- no conocía esta parte...
- sí Silver Lake
- no está mal
- te queda algo de...?
- uf! un gramo entero!
- y hay que gastarlo
- sí!
- porque se va mañana
- sí, no te puedes llevar...
- haha
- como en los viejos tiempos, eh?
- bueno, todavía...
- aaaah girl we'll miss you
- no c'mon
- sí, no no... no vamos a hablar de eso, eh?
- ya... otra?
- si otra tenemos cinco minutos
- luego sabes si Wolf hace algo en Alvarado?
- ay Louise...
- c'mon c'mon no vamos a hablar de eso, eh?
- Chico, venga no seas pesado
- fuck dude you know I'm just like that
- heeeey...
- venga otra
- venga
- los tres como en los viejos tiempos, eh?
- cinco minutos voy al baño, sí, agarra esta, sí
- all right.
- venga, tiene que ser así, eh? a veces tiene que ser así, pero hay que hacer como que no...
- bueno, todos sabíamos que no iba a durar
- sí todos nos vamos a ir
- sí... al final...
- sí...
- sí, sí... venga... esta... tiene que ser una noche preciosa, eh? venga hasta el final
- hasta el final
- sí okey espera que vuelva Lou y hasta el final entera...
- la noche... eh?
- haha sí claro, la noche hasta el final, dude, entera..
03/b. Lo que América puede
me voy a casa.
No le pregunto por qué porque sé que es a causa de los muertos. Porque no puede soportarlos o los ama demasiado, porque no puede estar siempre así. Saltando y esperando. Y me dice no es... fácil, no es... tan fácil, pero de todas formas... qué... vamos a hacer aquí, de un lado para otro, yo yo le grito goddamnit, Louise, I'm not ready,
I'm not ready
I'm not ready
goddamnit
goddamnit Louise
la habitación está en desorden después de los robos. Ya no nos queda nada.
Los muertos se quedan en silencio al fondo del pasillo. Los muertos siempre son el problema los putos muertos. Siempre pensamos que el amor es el problema (...) y Louise me dice calculando sus palabras
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
diez veces.
20100527
02. so blown away
de pronto todo es una burbuja y es muy raro, el desierto es azul eléctrico y amarillo y amarillo yema de huevo y verde en el infinito donde se juntan los dos colores. El desierto es de plástico recienextrenado, el desierto es terso. Estamos alucinados conducimos tan despacio Louise se ríe sin poder evitarlo, Louise, te das cuenta? te das cuenta? Jamás habíamos visto nada igual, se nos llenan los pulmones tanto que duele. La carretera da muchas curvas y empiezan a aparecer plantas que no son posibles, jardines de cactai, árboles que se transforman en palmeras con decenas de bocas, montañas verticalesdepastillasdejabóngigantessujetas a la nada, a la nada, las rocas son blandas y miran hacia arriba.
Dejamos el coche a un lado del camino y subimos una montaña que antes no estaba allí / bajamos a un lago y el agua negra se come todas las sombras / merodeamos por un laberinto de objetos que no pueden explicarse. Intentamos encontrar a otros seres humanos para contárselo todo pero no hay nadie más. Al final del día la carretera nos lleva a su extremo norte, nos echa suavemente del parque para que el viento que sopla toda la noche lo borre. Louise jamás se vio tan bonita, Louise jamás me quiso tanto y me dice: vámonos al este, vámonos, tú y yo y los muertos, vámonos a algún sitio y después a otro y a otro. Los muertos repiten vámonos vámonos y hacen una canción que dice
uo-o we're so glad
so glad so glad so glad
so tired
so blown away
so dirty
so glad so glad so glad
uo-o uo-o-o-o
06. HA HA HA
HOMBRE: “Boy
sit
the fuck
down”
REVISORES: Los revisores le dicen al hombre que se vaya ya a su sitio del demonio, quien manda aquí. Hay que echar a este Kid del tren porque está alcoholizado y drogado y es menor y está solo. El hombre se va a su vagón, la mujer dice: aquel hombre como hippy que se subió en Palm Springs... empiezan a llegar más pasajeros y dicen: oh mira qué bochornoso está BORRACHO! El chico tiene los ojos en blanco. Una revisora piensa que el chico es un marine porque tiene pelo de marine, o su padre es un marine, y hasta los marines tienen casa, dice, y entonces el chico se hace pis.
BOY:
El sonido del pis es como agua del grifo en el desierto. Los pasajeros dicen uf, se miran unos a otros y se ríen con chasquidos nt nt nt. Hordas de moscas chasqueando las patas. Boy mira al frente a su trozo de ventana y no se da cuenta y nunca sabrá que se le está escurriendo el pis por el pantalón, saliendo desde dentro de su vejiga, haciendo un charco fuera en el vagón-lounge. Por eso hay que echarlo del tren. Los viajeros dicen: oh desde luego. Los revisores limpian el pis empujando toallas con el pie y discuten si se puede parar un tren en medio del desierto, y anécdotas de borracheras y de marines y de Palm Springs. El revisor más joven tiene agarrado a Boy por el cuello de la camiseta para que no se tambalée, la revisora blanca dice: watch out, hey, wooo! This boy’s about to pass out! Boy entonces se desmaya, se desmonta y se cae al suelo en varios trozos. Los revisores se ríen y también los pasajeros:
TODOS: “hey boy, no es hora de echarse una siesta!” (HA-HA-HA)
Una señora hace una foto. Luego un hombre hace una foto también, desde el mismo sitio más o menos. Boy lleva inconsciente cinco minutos y tiene espuma gris saliendo de la boca. Nadie lo quiere tocar en parte porque está lleno de pis y en parte también porque la policía sabrá mejor qué hacer. El tren se para. La policía llega a través del desierto y aparca sus tres coches desordenados por la costumbre de las persecuciones. Suben al tren dos oficiales y la gente aplaude mucho y hacen más fotos. Mis muertos se bajan el ala de sus sombreros y miran por la ventana. Los muertos huelen a los muertos, están tensos y yo ya no confío tanto en la ceguera de la ley. Un policía bromea con una señora que está “tan contenta de tenerlos aquí”.
SEÑORA: “¡estoy tan contenta de tenerlos aquí!”
Otra señora con su cámara se acerca más, una señora con el cuello escurriéndose en varias papadas y el pelo rojo, también otro hombre musculoso, y otro hombre con el pelo rubio colgando de los lados de la cabeza, se acercan y toman fotografías y se ríen con mucha excitación. El lado izquierdo del vagón es una fiesta. Boy sigue tumbado en la misma posición con el trozo de espuma de la boca al suelo. Habrá que hacer algo, pero antes hay que esperar a que llegue el FIRE department.
TODOS: “C’mon baby light my FIRE” (HA-HA-HA).
Aplausos. Una anciana le comenta a otra anciana: oh pobre boy, estaría muy avergonzado si supiera qué alboroto está causando. Pero Boy no sabe nada porque está muerto. Quizás alguien va a vomitar más tarde o quizás van a irse muriendo todos los que aún no están muertos en este tren, todos los que tienen una fotografía del chico en coma en sus teléfonos, y quizás van a sufrir y a sufrir en el infierno hasta redimirse. Los dedos del pie del boy son azules. Mis muertos están tranquilos y nadie los ve. Los bomberos llegan y atan al boy a una camilla y se manchan los zapatos con el pis que se ha escurrido fuera de las toallas. Rompen una ventana del tren, sacan al chico por el hueco. Los oficiales se van, los pasajeros dicen:
PASAJEROS: “¡gracias señores agentes!”
20100515
01. La semana pasada
Louise roba libros en la biblioteca y los vende por internet. También vende su ropa a una tienda Vintage, y cosas sueltas que encuentra por casa, la casa se va vaciando. Deberíamos buscar un trabajo, digo, y Louise dice, deberíamos buscar un trabajo. Louise puede concentrar todo el odio del universo en una sola pupila, the queen of the mean shit Lou, a veces no nos hablamos y los muertos se ríen de nosotros como niños pequeños. Dinero. Es cansado tener que robar siempre cereales en el supermercado, ir a cenar a casa de amigos ricos, viajar a la ciudad en el autobús de Montclair por dos dólares y medio. Entonces encontramos en el periódico el anuncio de los cowboys. $400, dos semanas en el desierto, enough. Llamamos al Chico, le parece bien, también Jadin y Alexander, M. llegará desde el norte, nos vemos allí. Durante cinco días nos dedicamos a sacar comida a escondidas de los contenedores, ropa vieja para hacer sombra, dinero para el gas, marihuana más barata, un termo. Los muertos llevan cada uno su mochila y un pañuelo para el polvo, yo sé que están contentos porque el desierto lo sienten como el hogar los que no se van del todo. El sábado a las cuatro de la mañana encajamos todo en el maletero y salimos hacia Indio a 90 millas por hora en el coche de Jadin.
Los pioneros que llegaron a California entrando por el este no debieron ver nada, no debieron ni siquiera imaginarse el mar, y por eso pensaron que todo era posible, ¿quieres un trozo de tierra? JA JA JA Jadin conduce como una loca y llegamos al descampado en una hora y media. Nos explican que el trabajo es muy sencillo, escanear las entradas de todos los invitados, un millón de cowboys, un millón de sombreros de cowboy flotando sobre gente que tiene mucho calor. A las dos de la tarde es cuando más sudan, y se acercan a las taquillas todos formando una sola masa humana, húmeda y caliente y húmeda de algo peguntoso y caliente de cerveza, sudan cerveza las viejas esposas de los vaqueros, los hijos adolescentes de los vaqueros, y se ríen las chicas mientras te dicen, oh, man, cuando terminas tu turno. Me lo paso bien y miro al Chico que trabaja en la fila contigua y nos guiñamos un ojo.
Trabajamos doce horas al día, las otras doce son para nosotros, no nos hace falta dormir y tampoco comemos mucho. Hemos acampado en una parcela de polvo y al poco tiempo la piel, la ropa, el coche y todo lo demás tiene un tono de niebla encima. El chico duerme en el coche, yo en un trozo de la tienda, en el otro trozo están las neveritas y las mochilas y M., y los demás duermen fuera bocabajo dentro de sus sacos, los muertos en su cajita isotérmica, y durante el día hacen sus cosas sin coincidir demasiado con nosotros. Jadin y Alexandre, quien sabe qué piensan. Se ponen a hablar en su idioma dando voces muchas veces y luego se parten a carcajadas. M. tiene momentos silenciosos pero la mayor parte del tiempo está drogada así que nunca sé bien si me ha perdonado. Louise duerme cada noche en un sitio distinto que nunca nos cuenta, en caravanas remodeladas de los 70 o en tiendas que se montan en 15 segundos o en remolques, rodeada de amantes con los que en realidad no folla. Cuando no tenemos nada más de que hablar el Chico y yo la criticamos. No debería portarse así, no no, debería estar con nosotros y dejar de pensar en su espacio y sus cosas. Pero la queremos mucho, siempre le dejamos los mejores bocadillos.
La comida es frágil, al tercer día empieza a podrirse, el sol de Coachella se mete por donde puede y el pan y los tomates son lo más vulnerable. Tres días de sudor cerveza y éxtasis, es una densidad como de estar sacando raíces desde debajo de las uñas hasta la tierra, por eso cuesta tanto caminar, probamos a desayunar cocaína algunos días. El Chico se hace su primera raya un domingo a las 2 de la tarde, dentro de la tienda de campaña que en realidad es un horno y un hogar, y nos abraza con su sudor mostaza como muestra de agradecimiento. Es nuestro día libre, somos una gran familia de vaciones en el desierto. M. está bonita, está voluptuosa en sus vestidos blancos y no lo sabe. Por la noche la temperatura es perfecta, nos disolvemos dentro del aire, jamás hemos sentido nada así, salimos a pasear. Sale música de todas partes, el campamento se convierte en una oscuridad llena de gente. Todos nos queremos porque sabemos que no durará, y si durara nos seguiríamos queriendo. M. me dice, si te hubiera conocido antes, si vivieras más cerca, si tuvieras más dinero. La cojo muy fuerte de la cintura para recordar más tarde todas las cosas que no sucederán. No hay estrellas, sólo cúmulos de gente borracha y cúmulos de gente sentada en el suelo mirando como cambian las luces del rojo al azul y de azul a blanco amarillo y verde. Estamos aquí y estamos tan felices, y estamos tan felices, a veces hay que sedarse para que subir no duela.
El Chico
bueno, ya es tarde, y los mosquitos, en fin, llevan un rato mirándonos. Y los mosquitos podrían salir volando contra nuestros invitados y darles mordiscos de un milímetro en los tobillos, y luego la noticia saldría en los periódicos del pueblo y vendría a vernos el alcalde, y los medios nos pedirían explicaciones, pero nos admirarían, secretamente, el Chico me dice vámonos al bar. El bar va a cerrar en media hora, aún así vamos. Cojo prestada una bicicleta. En la esquina izquierda de la barra el Chico se pone a hablar de amor, de como estamos todos tan jodidos, dice, de Louise y sus amantes, y M. y yo, y la gente que ya no le recuerda. Pedimos dos Long Islands. Yo pienso que el Chico tiene un problema con el alcohol. Él está más o menos de acuerdo. Somos dos hombres quejándose como rancheras en el borde de una barra y en el escenario del fondo suena una señora gorda haciendo versiones de viejos hits de los doors. Jim Morrison en realidad no quería ser cantante, me cuenta el Chico.
20100514
Move away
travel toward eastern suns
20100506
03. Lo que América puede
I'm not ready
I'm not ready
goddamnit
goddamnit Louise
the room is a mess after the theft. We have nothing.
The two Muertos stand in silence at the end of the corredor. Los Muertos are always the problem. We usually think love is the problem, because it happens more often at this age, but the real problem is death, love pushes you to die, death stops you from loving, death can stop a train going east, death can drain Miami beach, death always destroys Louissiana, death is money and intermittent phonecalls, love is so worthless compared to death, but why are we talking about love. Louise: with her cold solid trembling voice: go home.
Go home, she tells me.
But where? I say
And so many said that before me, and it's such an empty question.
20100503
Jade and Alexander
Alabama, Arkansas,
I do love my ma and pa,
Not the way that I do love you.
[Him:]
Holy, Moley, me, oh my,
You're the apple of my eye,
Girl I've never loved one like you.
[Her:]
Man oh man you're my best friend,
I scream it to the nothingness,
There ain't nothing that I need.
[Him:]
Well, hot and heavy, pumpkin pie,
Chocolate candy, Jesus Christ,
Ain't nothing please me more than you.
[Both:]
Ahh Home. Let me come home
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is wherever I'm with you.
La, la, la, la, take me home.
Mother, I'm coming home.
[Him:]
I'll follow you into the park,
Through the jungle through the dark,
Girl I never loved one like you.
[Her:]
Moats and boats and waterfalls,
Alley-ways and pay phone calls,
I've been everywhere with you.
[Him:]
We laugh until we think we’ll die,
Barefoot on a summer night
Nothin’ new is sweeter than with you
[Her:]
And in the streets you run afree,
Like it's only you and me,
Geeze, you're something to see.
[Both:]
Ahh Home. Let me go home.
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is wherever I'm with you.
La, la, la, la, take me home.
Daddy, I'm coming home.
(Talking)
Him: Jade
Her: Alexander
Him: Do you remember that day you fell outta my window?
Her: I sure do, you came jumping out after me.
Him: Well, you fell on the concrete, nearly broke your dress, you were bleeding all over the place and I rushed you out to the hospital, you remember that?
Her: Yes I do.
Him: Well there's something I never told you about that night.
Her: What didn't you tell me?
Him: While you were sitting in the backseat smoking a cigarette you thought was gonna be your last, I was falling deep, deeply in love with you, and I never told you til just now.
[Both:]
Ahh Home. Let me go home.
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is where I'm alone with you.
[Him:]
Home. Let me come home.
Home is wherever I'm with you.
[Her:]
Ahh home. Yes I am ho-oh-ome.
Home is when I'm alone with you.
[Her:]
Alabama, Arkansas,
I do love my ma and pa...
Moats and boats and waterfalls,
Alley-ways and pay phone calls...
[Both:]
Ahh Home. Let me go home.
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is where I'm alone with you...
20100502
note to self
Note to self.
* Vende libros que roba de la biblioteca, y su ropa, y todo lo que va encontrando por la casa. Va vaciando la casa. Nos tenemos que ir
* Pero necesitamos más dinero -- cowboys -- dos semanas viviendo a la izquierda de las caravanas, por debajo del polvo JOSHUA TREE
* Joshua tree.
* Chico sleeps in the car. Lou sleeps in other people's tents, because she never remembers how to come back at night.
* Cocaina para desayunar, tubitos de papel, extasy, Steven.
* Las tres conversaciones: 1) to kill a whealthy lord 2) ser un pez gato 3)
the end is close, and I hate you because I love you, and the more love there is, the more hate.
* Los mosquitos se descontrolan, cientos de cadáveres de mosquitos montoncitos de ceniza en las ventanas, mosquitos en el té, in the sink, en la garganta. Nos tenemos que ir.
20100409
my books
Una ducha blanca
20100408
Volvemos a casa
Y la casa cuando entramos está invadida de mosquitos, mosquitos pequeños negros en forma de corazón invertido, y mosquitos gigantes que no coordinan sus propias patas mientras vuelan, y otros diminutos más pequeños que todos los demás entrando y saliendo del cubo de basura, y que no se notan hasta que no se ven contra un fondo claro, como una pared de color verde pálido. Los mosquitos no nos atacan, los muertos van corriendo al tocadiscos y ponen música de Nowlans, y nosotros bailamos, bailamos y nos hace mucha gracia estar bailando a pleno sol, a pleno sol. Tú no puedes entenderlo, porque estás muy lejos, pero es que estamos bailando a pleno sol.
20100405
ocurre
No se lo cuento a nadie. El desierto aún tiene sus maneras.
desde
A la mañana siguiente queremos tirarnos por una ladera del Grandcanyon a ver qué pasa, a ver como flotamos a través del aire densísimo hasta el otro lado. Louise dice que no hace falta llevar agua porque podemos comernos la nieve. Le explicamos que la nieve está sucia, y ella dice, como va a estar sucia si es blanca, period.
A la mañana siguiente nos vamos por una carretera sin techo de AZ y se me van desintegrando los pulmones, se me van desintegrando se me van quedando en las tiendas de regalos y en la tierra y en la tierra.
la mañana
20100404
Y encontramos a los muertos otra vez
Pensar en esfumarse y en todas las cosas que se esfuman. Pensar en un parkinglot y en un pasillo de tragaperras y en los cementerios. Tapar a los muertos para que no cojan frío. Pensar en Louise.
20100401
Los angentes de viaje de US Airways
20100331
Las Vegas
20100328
The New West
20100326
Este rincón
20100325
Durante todo el mes de febrero
Y resulta que nunca hasta entonces habíamos pensado en el chamanismo. Louise: pero queremos encontrarlos, ¿no? Y yo: sí, claro. Y ella: pues entonces vamos a dejarnosdegilipolleces y a dejar de buscar y a encontrarlos deunaputavez, buscar es una pérdida de tiempo y yo estoy cansada, tienes los ojos rojos, estoy cansada. Y yo: bueno, no sé, tendremos que pensarlo un poco, si los llama un chamán ya se quedan para toda la vida, los muertos ¿no? Y Louise: supongo que sí, nunca he hecho esto antes. Yo tampoco. No sé mucho de brujos. Y yo: Yo tampoco. Y yo: a lo mejor duele, ¿no? Y Louise: no dice nada.
El sábado vamos caminando al templito que llaman la tribu. Caminamos por las calles planas siendo como siempre muy respetuosos con los mendigos y mirando dentro de los escaparates. Third and Crescent Heights, desde el cielo todo esto debe ser una red de líneas de luz. Cuando abrimos la puerta la secretaria está terminando de cobrarle a una chica, luego nos pregunta qué queremos y nos da los precios, que van por hora, y nos presenta a Kafa, un doctor con los ojos negros que todos los días saca muertos al mundo, que todos los días gana 500 dólares, y luego: qué quieren exactamente, y no nos hace mucho caso mientras le contamos lo importante que es para nosotros, pero el sitio está limpio y las paredes son de color rojo, y nos da cita para la semana siguiente.
Está el arcoiris al fondo de la calle cuando salimos de allí. Cada día hablamos de si seguir adelante con lo de la brujería y de lo que significa seguir adelante o no seguir adelante, no hablamos de otra cosa. Me doy cuenta de que es evidente que vamos a seguir, de como todo se nos va continuamente de las manos, de que en realidad nunca hemos tenido el control de nada porque estamos mucho más por dentro de nosotros que nuestros actos y cocino todas las noches de esa semana para Louise y el Chico y ellos opinan que nunca cociné mejor.
20100309
Durante todo el mes de febrero
20100307
LOS IMPULSOS CONFORMAN EL MUNDO, NIÑOS NUNCA SABEN.
20100305
Temporary
- Michelle Holmes - hunger, LA, Riverside at 7:35
- X --> 54 days in jail/prostitution
It's not my fault that I get arrested it's not my fault that I don't have an ID
- Alice in Wonderland
Michelle me pide, tienes un dolar, y yo le he dicho, no, no tengo cash, y también necesito un dolar, y los dos nos hemos puesto a pedir dos dolares,
Elaine nos ha dicho teneis un cigarro.
Los de seguridad nos han indicado(: allí) dónde podíamos fumar, en una esquina alejada de la gente saludable.
Elaine ha estado en la carcel 54 días por prostituirse.
Michelle tiene hambre y dice: "hambre", "hungry", sin darse cuenta de que lo ha dicho.
Michelle va a Riverside en el tren de las 7:35
Michelle va a fumarse un canuto luego, antes de coger el tren.
Elaine necesita ir a san francisco y no tiene documentos porque se los quitaron en la carcel, y tiene un brazalete de plástico que le pusieron en la carcel, y sus cartas de la carcel.
Un hombre se acerca y dice hey, yo salí antes de ayer, tenéis un cigarro.
Elaine lleva palabras tatuadas en las muñecas, y el nombre de su madre en el antebrazo, y va a tatuarse Alicia En El Pais De Las Maravillas en la espalda.
La cara de Michelle sale listabonitaltiva y brillante, la cara de Elaine está quemada porque su piel es demasiado blanca y la camara midió la luz en la piel de Michelle que es marrón oscura.
Michelle no tiene dirección y por eso no sé donde enviar la fotografía.
20100304
para toda
para el resto de la vida es
for the rest of your life es
hasta la muerte es
hasta que mueras
es
hasta que tú te mueras
BIBLIA DE NEON, BIBLIA DE NEON:
este chico ha visto la muerte desde lejos.
(1)
ella dice SAL AFUERA A VER LAS NUBES
(2)
los muertos dicen Y QUÉ
(3)
y la tarde va transcurriendo como transcurrirán el resto de los días.
20100222
!
mira!
que!
silencio!
hace!
Nosotros
pensamos que ya no están, y ellos vuelven a desenterrarse y están y estarán para siempre, y nos envidian a los inmortales nos miran con mucha melancolía desde la distancia, y nos tienen miedo.
20100221
TJ
en la puerta de su casa
y él se quita la bota para decirles
para
decirles
muchachos:
para decirles muchachos:
no
este no es, decirles:
muchachos, este no es
decirles:
muchachos este
este no es el camino
the road no es el camino
jesucristo es el camino
y los mapas y los perros
y los mapas y los gallos
y los mapas pintados con regla
y los mapas y el lodo y los mapas
y la santa inocencia de los muchachos
20100214
tan los muertos
Los dos hombres están en una esquina de la plaza, son educados, relucen sus pieles negras en lo oscuro, en medio de los drogadictos y los pandilleros que nos dicen: Jesús te ama. Le compramos unos dulces a la señora gorda de enfrente del 99cents, llega la policía y le dice a la señora: go. Metimos nuestros testadores y no había nada, nos dicen, y les juramos que los enterramos allí, los enterramos hace un mes, a mi vuelta del viaje, se lo juramos, ¿y qué podemos hacer? Hay un loco contorsionado debajo de una farola que no llega a caerse. Hay que encontrarlos. Esto no se termina, me dice Louise ya en el autobús, no se termina.
A las cuatro de la mañana tenemos que encontrarnos con Jason y su mujer. Hasta entonces decidimos ir a ver a los chicos de Echo Park para despejarnos. Cenamos unos bocadillos en el laundrymatic, mirando como giran las lavadoras, y los bocadillos nos saben a jabón. Pasamos por la galería, los de las antigüedades han vendido todos los trajes, Louise gets disappointed porque ella quería uno. Luego en los indios nos invitan a mariguana y nos enteramos de que están los Junkies tocando a dos manzanas. Louise me dice: me quedan dos pastillas. Nos drogamos y vamos para allá. Los junkies son una familia, una familia entera en el escenario, y los sonidos nos penetran por los poros de la cara, y todo el amor se nos sube a la cabeza y salimos al patio a hablar. Hablamos like mad, como nunca en nuestra vida. Louise y yo. Se nos van sumando y separando parejas de gente, vodka en botellas de plástico, la gente mueve la cabeza, alante-abajo y atrás-arriba, escucha lo que dicen, tío, man, los junkies. Nos vamos para poder coger el autobús antes de las dos, Louise ha tenido una idea, vámonos a la Freak.
Hacia Hollywood a las dos en un autobús con cuatro hombres dormidos en exactamente la misma posición.
Nosotros seguimos hablando y hablando hasta toparnos con la iglesia. En la freak no hay apenas nadie pero por casualidad están Jason y su mujer, solos bailando en la pista, debajo de un foco azul, la mujer de Jason es gorda y bonita, se mueve despacio, con cariño, nos unimos, bailamos los cuatro, con el foco azul, un flaco pincha en alguna habitación de arriba. Louise conoce a un hombre hermoso y habla con él como estaba hablando conmigo, soltando todas las palabras al mismo tiempo. A las cuatro Jason dice vamos? Su coche tiene el maletero más grande que hemos visto en nuestra vida. En los asientos de atrás Louise y yo cabemos como niños secuestrados. Seguimos viajando un poco arriba y me da miedo de pronto no estar a la altura. Llegamos al garaje, subimos a su apartamento. Jason tiene un compañero insomne que nos mira desde el balcón y luego desde la mesa de la tele y desde la cocina. Desde distintos ángulos. Nos pregunta qué hacemos allí. Aquí está, dice Jason. Louise ha salido a fumar al balcón. Me doy cuenta de mi continua transición entre la edad adulta y la adolescencia, y viceversa y viceversa y viceversa: es la primera vez que sostengo una pistola.
Es un revólver, no está cargado, me dice, pesa - pero es mejor que pese, ¿ves? así cuando disparas no tira para atrás. Si alguien entra en tu casa, dicen, hay que darle un aviso después del aviso tiras a matar. Hay que disparar a la cabeza y matarlo y luego llamar a la policía. ¿Alguna vez has matado a alguien Jason? Geez no! Mientras me explican disparo ficticiamente a la cara gorda de un anuncio de donuts, a través de la ventana. Luego lentamente giro la muñeca y apunto a la cabeza del chico insomne. Me miran. Se quedan en silencio, nos quedamos en silencio. Jason pone una mano en el cañon: nunca, oyes, sólo se apunta para tirar a matar. Estamos solos en el salón de una casa de Culver City. Louise vuelve del balcón y pregunta si podemos quedarnos a dormir en el sofá.
Por la mañana seguimos sintiéndonos bien. Desayunamos pancakes con huevos y café de vainilla y lueno nos dejan en Venice bvd. Verano de febrero. La playa es una ventana al paraiso, una cometa en forma de gaviota, familias de amantes, niños que hacen volteretas sucesivamente a lo largo de toda la costa, las botas vaqueras en la arena, la montaña azul y el cielo azul. Nos acercamos a ver qué tal los de los tambores, y bailamos un poco. No sabemos bien qué tenemos que hacer. Perdimos a los muertos, tenemos un revólver. No queremos pensar. Se pone el sol y le pregunto a Louise si quiere que nos pasemos por China Town a buscar a El Chico. El Chico no está, pero en la discoteca del chino-chicano las luces parecen las de una nave espacial o una galaxia. Hace rato que hemos dejado de hablar. Nos sentimos perdidos, repletos, cansados y en paz, y cogemos el último tren treinta segundos antes de que salga. Corremos por el andén como posesos y un hombre enrojecido nos dice cuando nos sentamos -partiéndonos de risa- you were lucky. La suerte de los perros: callejones. Por la mañana seguimos sintiéndonos bien.
20100210
A girl outside
20100130
Amo este
- Pero cuanto
- Cómo cuanto?
- qué tanto lo amas, en que medida?
- como si yo fuera un hijo nacido de los restos
20100129
Los pelícanos de la playa
20100123
El tercer lunes de enero
Desde la puerta vi: la bicicleta de Louise con un paraguas para salvar el sillín, que la mesa del patio estaba torcida, un pájaro entrando en un matorral, la planta muerta en el escalón, por la calle pasó una chica con tacones, el reflejo de dos árboles, el musgo de la entrada, se encendió el farol del edificio de enfrente, alguien paseando sin paraguas por el campo de fútbol, un chico con muletas, dos chicos con capuchas, el ruido de una ambulancia o de la policía, mi bicicleta apuntando hacia la bicicleta de Louise, mi bicicleta en ángulo recto con la mesa torcida, puse un disco de jazz que habíamos oído muchas veces con la canción a foggy day, esperé a que pasara algo, no me pareció que hiciera falta que pasara nada.
Al cabo de varios días Louise y yo nos encontramos en el pasillo y nos quedamos mirándonos durante cuarenta y siete minutos.
20100121
* (siete meses antes)
El Hombre me abre la puerta él mismo, es una oficina muy corriente. No me invita a que me siente y él tampoco se sienta, así que parece que el asunto será breve pero en realidad habla durante casi una hora, yo le pregunto: en qué consiste. Él me dice: son muertos que hay que enterrar, yo le pregunto: donde, y él me contesta: donde los muertos quieran. Son muertos bonitos, lustrosos, limpios, agradables al trato. Pesan un poco, como todos los muertos, ocupan un poco y condicionan, pero no dan mucho quehacer, no opinan, no te intentan convencer, un cigarro, no gracias. No fumo cuando tengo que prestar atención, Ilaria decía: cuando no sepas qué hacer, fúmate un cigarro. El Hombre mira sus estanterías, está rodeado de estanterías como un CARACOL.
Me dice: tienes que cruzar la frontera y llegar a Losestadosunidosdenorteamérica. Estos muertos son de allí y allí tienen que acabar. Son de ese tipo de muertos que nadie quiere, se los han ido pasando de uno a otro y han acabado aquí, añade otras cosas que podría hacer al otro lado de la frontera para aumentar un poco mi salario El Hombre para de hablar para respirar y mirarme. Dice: “una bonita suma”. Dice: lo malo del trabajo es que no se sabe cuando terminará ni como. Donde los muertos quieran y cuando los muertos quieran, pero a veces es difícil de averiguar porque los muertos en realidad no quieren. Ellos dicen que sí quieren pero en realidad no. Enterrarse es el fin. Estos son de esa clase de muertos que piensan que no hay nada después. J. me decía que ya era hora de que empezara a vivir del todo, pero por otra parte solía decir muy a menudo “no hay prisa”. Esta mañana he pasado por delante de su casa y había un grupo de personas rubias esperando el autobús. Todos eran rubios por casualidad. Concéntrate me digo, y El Hombre sigue hablando desde las alturas de sus estanterías: tienes que: meter a tus tres muertos en la maleta, cruzar sin que te abran la maleta, no hablar de lo que llevas en la maleta, principalmente no hablar, escuchar mucho más que hablar, y una vez allí quedarte, hang around, ver qué pasa. Me dice: nos veremos pronto, y: contigo hasta la puerta del avión pero a partir de ahí estás solo, y: por aquí, adelante, y abre una puerta de las que dan al pasillo, y entramos en la morgue y allí me presenta a los tres muertos.
Me dice bienvenido
- cómo fue tu viaje.
También me pregunta ¿qué has visto, qué has hecho, qué has comido, me has echado de menos? Yo le digo que no lo sé, yo tengo tantas partes de América, tantas tantas horas de américa, y amantes y mirar a los amantes, mirarlos recoger colillas de cigarro, todos los pueblos, de Washington a California / es duro no morirse a cada momento y hace mucho que no duermo, le digo: no lo sé, es demasiado largo / no lo sé, hace mucho de todo esto. Hace más de media hora. Los muertos tienen mucha curiosidad por saber qué he visto, ninguno de los dos estuvo nunca en el norte, y sólo sé decirles que el norte es como el sur, y como el este y como todas partes, salvo el oeste. ¿No es como el oeste? No, no tiene nada que ver. Comemos algo, luego descansamos y ponemos música porque somos una pequeña familia secreta. Al día siguiente vamos a la playa Louise y yo, nos reímos tanto en el autobús que al final todos los pasajeros están aguantándose las ganas de sonreír, toda la calle aguantándose las ganas, toda la playa, el mundo entero a punto de ponerse a soltar carcajadas de gigante. Vamos a una fiesta en la arena de Venice, cuando ya es totalmente de noche, y bailamos sin decir palabra, millones de tambores, yo cojo una maraca y Louise baila baila baila en el centro del círculo. Luego viene la policía pero los que están acostumbrados a bailar (en la arena) también corren más de prisa, no saben por qué corren pero tienen que correr.
Uno le dice a Louise: qué ojos tan hermosos. Hacemos amigos y encontramos un nuevo dealer, más caro pero más seguro que el que teníamos en el barrio. Nos dice, esperadme ahí, en frente de la liquor store, luego viene en una bicicleta y tira al suelo el paquetito con el hemp envuelto en su número de teléfono. Pensaba que érais policías, ¿por qué? porque ella lleva una cámara. Me gusta estar aquí, le digo a Louise. Todavía es enero, ¿todavía? Y no nos lo podemos creer, y nos seguimos riendo todo el camino hasta realmente cansarnos.
Luego decidimos volver al viejo Sunset Strip, para celebrar la noche, pero cuando estamos a punto de salir nos llama el chico que se quedó sin sitio para dormir. Somos una familia que se expande, recogemos al chico, y seguimos bailando en la calle, en la casa, en el cementerio de los veteranos, hasta que se hace de día y se hace de noche varias veces.
20100113
Eres joven, Andy, destruye tu cuerpo
La chica de la capucha es lo más hermoso que he visto en semanas y se lo quiero decir, se lo quiero decir sinceramente eres bonita es joven y es inmortal, dice no le tengo miedo a nada. Todos nos reunimos en el vagón-lounge y hablamos sobre: las muertes de las abuelas, Vietnam, la religión el miedo viajar, la última novia del hijo del marine, sobre como el LSD hace que los dientes te sepan a dientes, sobre acupuntura, hacer autoestop, querer ser más musculoso, la sacarina, el viajero tres asientos más allá, darse cuenta de que te estás haciendo viejo o por ejemplo de que no te queda dinero en la cuenta, sobre la educación en los Estadosunidosdenorteamérica, otra vez sobre Vietnam, y sobre tener hijos y sobre pincharse heroína, a chica de la capucha me hace prometerle que nunca me pincharé heroína, y luego robamos una botella de agua.
Los viajeros se van cayendo al suelo, estamos sólo ella y yo en pie. Recorremos los pasillos en silencio hasta quedarnos mudos de verdad. Podrían ser todos cadáveres, pero son viajeros, y el tren podría seguir y seguir y así no habría que pensar, sólo desconocidos y hablar hasta exprimirse. La chica de la capucha, whatever makes you happy, es para siempre diós adiós hasta nunca, mis mejores amigos, hasta nunca. Así tiene que ser. San Francisco otra vez, más caras a la espalda, montones de palabras a la espalda.
20100108
If you meet a lion
Louise me dice tus miedos son estúpidos y me dice también: no sabes nada de la muerte, estás rodeado de muertos pero no sabes nada, me dice. Limpia sin parar la encimera, con un trapo, una y otra vez, sin mover mi billete de avión, que está en medio. Deja un cerco cuadrado de polvo debajo de mi billete. La música hace rato que no suena, sólo un vss vss intermitente desde la antena de la radio, y coches tap tap sobre la trampilla metálica, el perro del piso de arriba, Louise que sigue limpiando con su trapo, el ruido del trapo, y más coches lejos, en la freeway. Stop it dude it's akward, no you stop it, but I need to go do whatever you want yes go, los muertos nos miran como niños pequeños.
Por la noche se agranda
20100102
60
Hemos jugado a que se puede empezar otra vez y otra vez y otra vez, hemos dejado de llamar a casa, hemos dejado de mirar más allá del Pacífico y de Asia y más allá de los Urales y por encima del sur, y además hemos quitado las fotos de los icebergs y hemos quemado en la barbacoa del patio muchas cosas, y hemos crucificado nombres de amigos y nombres y contactos que por si acaso había que conservar por si volvíamos: si volvemos, decimos. Ya no decimos cuando volvamos, decimos "si volvemos", para amenazar, para que se caguen de miedo. Decimos "si volvemos", Louise y yo, como si fuera un juego, somos los amos del oeste. Decimos "si volvemos" y empieza a asomar el pico una posibilidad, nos hemos drogado tanto que ni nuestras madres nos reconocerían por dentro, quiero decir, no reconocerían las tripas, ni el estómago, ni las venas que van de la nariz al cerebro, ni las arrugas del fondo del paladar.
Nuestras madres, esas hijas de puta, nuestras madres patrias, cariño, hemos conseguido destruir la familia, la familia, la familia, me está diciendo Louise que por primera vez me da love, fucking sex y me da también parte de su tristeza bíblica. Los muertos son los únicos que saben que no hay que volver, porque no se vuelve, porque no se puede volver, y miran la tele nueva mientras Louise me chupa los dedos, y llegan los amigos que habíamos previsto y después de cachearlos en la puerta les dejamos entrar. Todos nos felicitamos, porque el trabajo fue bueno.
Nuestros amigos mercenarios que no se asustan de nada, nuestros amigos franceses y latinos que no saben hablar español y negros y chinos de Hong Kong que es China, pero no tanto. Mi piel es blanca y es combustible. M prepara samosa en la cocina, Louise prepara rayas largas de cocaína en el baño. Qué pequeño es el apartamento, qué poco hace falta para no volver, la mayor preocupación, dice Louise, se frota la encía, sería el frío, pero nunca ha hecho frío en Southern California.
Estamos guapísimos y somos muy jóvenes, y además felices, muy jóvenes y muy felices muy llenos de América y a punto de explotar y hablamos poco pero constantemente. Las voces se desplazan se hacen nubes. Hoy nada de armas, acordamos, con el paso de las horas sube la euforia, euforia en forma de apartamento pequeño. Con el paso de las horas Louise y los trotecitos al baño los litros de champán francés el acento pseudo-mexicano, con el paso de las horas, más horas. Mucho, mucho después de la media noche alguien grita “nos quedaremos!” Nos quedaremos! congelados! en el aire! para toda la vida!