20100531
5. Lincoln
El chico me dice, mira, toca aquí, y le toco la cara y está húmeda.
Louise se despide de Jade y Alexandre.
Jade y Alexandre están borrachos en su tienda de antigüedades y nos quieren muchísimo.
Yo me despido también de Jade y Alexandre. Creo que no entienden que nos estamos despidiendo.
Louise se va.
Louise se va y la llevo al aeropuerto en un coche alquilado, y conducimos por Lincoln con las ventanas bajadas, nos gastamos todo el bote de peniques en un café en Abbot Kinney, nos vamos a la arena a mirar el océano.
Louise y yo miramos el océano mucho rato. Le digo, quieres andar por ahí, me dice no, sólo quiero mirar el océano.
Conducimos por Lincoln.
Louise se va.
Yo ya no tengo nada que hacer aquí, consulto con los muertos y dicen vámonos.
Los muertos me compran un billete de tren de regalo.
Me despido del Chico, no es del todo triste.
El Chico me dice vámonos a Miami, me reuno contigo en Miami.
A mi me da igual donde ir, okey.
Los muertos y yo en una estación de tren, con un billete de tren, hacia el este.
Los muertos y yo nos subimos al tren y La Ciudad se va quedando lejos, aunque ya estaba lejos, en verdad.
Say bbye le dice la señora a sus hijos
bbye
bbye
bbye
20100530
04. la noche
- sí
- otra ronda
- están a..
- sí a dos dólares y medio el screw driver!!
- yu huu!
- hasta las nueve
- otra ronda
- otra ronda
- bueno pues tendremos que ir a despedirnos...
- ...deja...
- ...de los muchachos
- Echo Park?
- Sí claro
- all right
- no conocía esta parte...
- sí Silver Lake
- no está mal
- te queda algo de...?
- uf! un gramo entero!
- y hay que gastarlo
- sí!
- porque se va mañana
- sí, no te puedes llevar...
- haha
- como en los viejos tiempos, eh?
- bueno, todavía...
- aaaah girl we'll miss you
- no c'mon
- sí, no no... no vamos a hablar de eso, eh?
- ya... otra?
- si otra tenemos cinco minutos
- luego sabes si Wolf hace algo en Alvarado?
- ay Louise...
- c'mon c'mon no vamos a hablar de eso, eh?
- Chico, venga no seas pesado
- fuck dude you know I'm just like that
- heeeey...
- venga otra
- venga
- los tres como en los viejos tiempos, eh?
- cinco minutos voy al baño, sí, agarra esta, sí
- all right.
- venga, tiene que ser así, eh? a veces tiene que ser así, pero hay que hacer como que no...
- bueno, todos sabíamos que no iba a durar
- sí todos nos vamos a ir
- sí... al final...
- sí...
- sí, sí... venga... esta... tiene que ser una noche preciosa, eh? venga hasta el final
- hasta el final
- sí okey espera que vuelva Lou y hasta el final entera...
- la noche... eh?
- haha sí claro, la noche hasta el final, dude, entera..
03/b. Lo que América puede
me voy a casa.
No le pregunto por qué porque sé que es a causa de los muertos. Porque no puede soportarlos o los ama demasiado, porque no puede estar siempre así. Saltando y esperando. Y me dice no es... fácil, no es... tan fácil, pero de todas formas... qué... vamos a hacer aquí, de un lado para otro, yo yo le grito goddamnit, Louise, I'm not ready,
I'm not ready
I'm not ready
goddamnit
goddamnit Louise
la habitación está en desorden después de los robos. Ya no nos queda nada.
Los muertos se quedan en silencio al fondo del pasillo. Los muertos siempre son el problema los putos muertos. Siempre pensamos que el amor es el problema (...) y Louise me dice calculando sus palabras
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
go home
diez veces.
20100527
02. so blown away
de pronto todo es una burbuja y es muy raro, el desierto es azul eléctrico y amarillo y amarillo yema de huevo y verde en el infinito donde se juntan los dos colores. El desierto es de plástico recienextrenado, el desierto es terso. Estamos alucinados conducimos tan despacio Louise se ríe sin poder evitarlo, Louise, te das cuenta? te das cuenta? Jamás habíamos visto nada igual, se nos llenan los pulmones tanto que duele. La carretera da muchas curvas y empiezan a aparecer plantas que no son posibles, jardines de cactai, árboles que se transforman en palmeras con decenas de bocas, montañas verticalesdepastillasdejabóngigantessujetas a la nada, a la nada, las rocas son blandas y miran hacia arriba.
Dejamos el coche a un lado del camino y subimos una montaña que antes no estaba allí / bajamos a un lago y el agua negra se come todas las sombras / merodeamos por un laberinto de objetos que no pueden explicarse. Intentamos encontrar a otros seres humanos para contárselo todo pero no hay nadie más. Al final del día la carretera nos lleva a su extremo norte, nos echa suavemente del parque para que el viento que sopla toda la noche lo borre. Louise jamás se vio tan bonita, Louise jamás me quiso tanto y me dice: vámonos al este, vámonos, tú y yo y los muertos, vámonos a algún sitio y después a otro y a otro. Los muertos repiten vámonos vámonos y hacen una canción que dice
uo-o we're so glad
so glad so glad so glad
so tired
so blown away
so dirty
so glad so glad so glad
uo-o uo-o-o-o
06. HA HA HA
HOMBRE: “Boy
sit
the fuck
down”
REVISORES: Los revisores le dicen al hombre que se vaya ya a su sitio del demonio, quien manda aquí. Hay que echar a este Kid del tren porque está alcoholizado y drogado y es menor y está solo. El hombre se va a su vagón, la mujer dice: aquel hombre como hippy que se subió en Palm Springs... empiezan a llegar más pasajeros y dicen: oh mira qué bochornoso está BORRACHO! El chico tiene los ojos en blanco. Una revisora piensa que el chico es un marine porque tiene pelo de marine, o su padre es un marine, y hasta los marines tienen casa, dice, y entonces el chico se hace pis.
BOY:
El sonido del pis es como agua del grifo en el desierto. Los pasajeros dicen uf, se miran unos a otros y se ríen con chasquidos nt nt nt. Hordas de moscas chasqueando las patas. Boy mira al frente a su trozo de ventana y no se da cuenta y nunca sabrá que se le está escurriendo el pis por el pantalón, saliendo desde dentro de su vejiga, haciendo un charco fuera en el vagón-lounge. Por eso hay que echarlo del tren. Los viajeros dicen: oh desde luego. Los revisores limpian el pis empujando toallas con el pie y discuten si se puede parar un tren en medio del desierto, y anécdotas de borracheras y de marines y de Palm Springs. El revisor más joven tiene agarrado a Boy por el cuello de la camiseta para que no se tambalée, la revisora blanca dice: watch out, hey, wooo! This boy’s about to pass out! Boy entonces se desmaya, se desmonta y se cae al suelo en varios trozos. Los revisores se ríen y también los pasajeros:
TODOS: “hey boy, no es hora de echarse una siesta!” (HA-HA-HA)
Una señora hace una foto. Luego un hombre hace una foto también, desde el mismo sitio más o menos. Boy lleva inconsciente cinco minutos y tiene espuma gris saliendo de la boca. Nadie lo quiere tocar en parte porque está lleno de pis y en parte también porque la policía sabrá mejor qué hacer. El tren se para. La policía llega a través del desierto y aparca sus tres coches desordenados por la costumbre de las persecuciones. Suben al tren dos oficiales y la gente aplaude mucho y hacen más fotos. Mis muertos se bajan el ala de sus sombreros y miran por la ventana. Los muertos huelen a los muertos, están tensos y yo ya no confío tanto en la ceguera de la ley. Un policía bromea con una señora que está “tan contenta de tenerlos aquí”.
SEÑORA: “¡estoy tan contenta de tenerlos aquí!”
Otra señora con su cámara se acerca más, una señora con el cuello escurriéndose en varias papadas y el pelo rojo, también otro hombre musculoso, y otro hombre con el pelo rubio colgando de los lados de la cabeza, se acercan y toman fotografías y se ríen con mucha excitación. El lado izquierdo del vagón es una fiesta. Boy sigue tumbado en la misma posición con el trozo de espuma de la boca al suelo. Habrá que hacer algo, pero antes hay que esperar a que llegue el FIRE department.
TODOS: “C’mon baby light my FIRE” (HA-HA-HA).
Aplausos. Una anciana le comenta a otra anciana: oh pobre boy, estaría muy avergonzado si supiera qué alboroto está causando. Pero Boy no sabe nada porque está muerto. Quizás alguien va a vomitar más tarde o quizás van a irse muriendo todos los que aún no están muertos en este tren, todos los que tienen una fotografía del chico en coma en sus teléfonos, y quizás van a sufrir y a sufrir en el infierno hasta redimirse. Los dedos del pie del boy son azules. Mis muertos están tranquilos y nadie los ve. Los bomberos llegan y atan al boy a una camilla y se manchan los zapatos con el pis que se ha escurrido fuera de las toallas. Rompen una ventana del tren, sacan al chico por el hueco. Los oficiales se van, los pasajeros dicen:
PASAJEROS: “¡gracias señores agentes!”
20100515
01. La semana pasada
Louise roba libros en la biblioteca y los vende por internet. También vende su ropa a una tienda Vintage, y cosas sueltas que encuentra por casa, la casa se va vaciando. Deberíamos buscar un trabajo, digo, y Louise dice, deberíamos buscar un trabajo. Louise puede concentrar todo el odio del universo en una sola pupila, the queen of the mean shit Lou, a veces no nos hablamos y los muertos se ríen de nosotros como niños pequeños. Dinero. Es cansado tener que robar siempre cereales en el supermercado, ir a cenar a casa de amigos ricos, viajar a la ciudad en el autobús de Montclair por dos dólares y medio. Entonces encontramos en el periódico el anuncio de los cowboys. $400, dos semanas en el desierto, enough. Llamamos al Chico, le parece bien, también Jadin y Alexander, M. llegará desde el norte, nos vemos allí. Durante cinco días nos dedicamos a sacar comida a escondidas de los contenedores, ropa vieja para hacer sombra, dinero para el gas, marihuana más barata, un termo. Los muertos llevan cada uno su mochila y un pañuelo para el polvo, yo sé que están contentos porque el desierto lo sienten como el hogar los que no se van del todo. El sábado a las cuatro de la mañana encajamos todo en el maletero y salimos hacia Indio a 90 millas por hora en el coche de Jadin.
Los pioneros que llegaron a California entrando por el este no debieron ver nada, no debieron ni siquiera imaginarse el mar, y por eso pensaron que todo era posible, ¿quieres un trozo de tierra? JA JA JA Jadin conduce como una loca y llegamos al descampado en una hora y media. Nos explican que el trabajo es muy sencillo, escanear las entradas de todos los invitados, un millón de cowboys, un millón de sombreros de cowboy flotando sobre gente que tiene mucho calor. A las dos de la tarde es cuando más sudan, y se acercan a las taquillas todos formando una sola masa humana, húmeda y caliente y húmeda de algo peguntoso y caliente de cerveza, sudan cerveza las viejas esposas de los vaqueros, los hijos adolescentes de los vaqueros, y se ríen las chicas mientras te dicen, oh, man, cuando terminas tu turno. Me lo paso bien y miro al Chico que trabaja en la fila contigua y nos guiñamos un ojo.
Trabajamos doce horas al día, las otras doce son para nosotros, no nos hace falta dormir y tampoco comemos mucho. Hemos acampado en una parcela de polvo y al poco tiempo la piel, la ropa, el coche y todo lo demás tiene un tono de niebla encima. El chico duerme en el coche, yo en un trozo de la tienda, en el otro trozo están las neveritas y las mochilas y M., y los demás duermen fuera bocabajo dentro de sus sacos, los muertos en su cajita isotérmica, y durante el día hacen sus cosas sin coincidir demasiado con nosotros. Jadin y Alexandre, quien sabe qué piensan. Se ponen a hablar en su idioma dando voces muchas veces y luego se parten a carcajadas. M. tiene momentos silenciosos pero la mayor parte del tiempo está drogada así que nunca sé bien si me ha perdonado. Louise duerme cada noche en un sitio distinto que nunca nos cuenta, en caravanas remodeladas de los 70 o en tiendas que se montan en 15 segundos o en remolques, rodeada de amantes con los que en realidad no folla. Cuando no tenemos nada más de que hablar el Chico y yo la criticamos. No debería portarse así, no no, debería estar con nosotros y dejar de pensar en su espacio y sus cosas. Pero la queremos mucho, siempre le dejamos los mejores bocadillos.
La comida es frágil, al tercer día empieza a podrirse, el sol de Coachella se mete por donde puede y el pan y los tomates son lo más vulnerable. Tres días de sudor cerveza y éxtasis, es una densidad como de estar sacando raíces desde debajo de las uñas hasta la tierra, por eso cuesta tanto caminar, probamos a desayunar cocaína algunos días. El Chico se hace su primera raya un domingo a las 2 de la tarde, dentro de la tienda de campaña que en realidad es un horno y un hogar, y nos abraza con su sudor mostaza como muestra de agradecimiento. Es nuestro día libre, somos una gran familia de vaciones en el desierto. M. está bonita, está voluptuosa en sus vestidos blancos y no lo sabe. Por la noche la temperatura es perfecta, nos disolvemos dentro del aire, jamás hemos sentido nada así, salimos a pasear. Sale música de todas partes, el campamento se convierte en una oscuridad llena de gente. Todos nos queremos porque sabemos que no durará, y si durara nos seguiríamos queriendo. M. me dice, si te hubiera conocido antes, si vivieras más cerca, si tuvieras más dinero. La cojo muy fuerte de la cintura para recordar más tarde todas las cosas que no sucederán. No hay estrellas, sólo cúmulos de gente borracha y cúmulos de gente sentada en el suelo mirando como cambian las luces del rojo al azul y de azul a blanco amarillo y verde. Estamos aquí y estamos tan felices, y estamos tan felices, a veces hay que sedarse para que subir no duela.
El Chico
bueno, ya es tarde, y los mosquitos, en fin, llevan un rato mirándonos. Y los mosquitos podrían salir volando contra nuestros invitados y darles mordiscos de un milímetro en los tobillos, y luego la noticia saldría en los periódicos del pueblo y vendría a vernos el alcalde, y los medios nos pedirían explicaciones, pero nos admirarían, secretamente, el Chico me dice vámonos al bar. El bar va a cerrar en media hora, aún así vamos. Cojo prestada una bicicleta. En la esquina izquierda de la barra el Chico se pone a hablar de amor, de como estamos todos tan jodidos, dice, de Louise y sus amantes, y M. y yo, y la gente que ya no le recuerda. Pedimos dos Long Islands. Yo pienso que el Chico tiene un problema con el alcohol. Él está más o menos de acuerdo. Somos dos hombres quejándose como rancheras en el borde de una barra y en el escenario del fondo suena una señora gorda haciendo versiones de viejos hits de los doors. Jim Morrison en realidad no quería ser cantante, me cuenta el Chico.
20100514
Move away
travel toward eastern suns
20100506
03. Lo que América puede
I'm not ready
I'm not ready
goddamnit
goddamnit Louise
the room is a mess after the theft. We have nothing.
The two Muertos stand in silence at the end of the corredor. Los Muertos are always the problem. We usually think love is the problem, because it happens more often at this age, but the real problem is death, love pushes you to die, death stops you from loving, death can stop a train going east, death can drain Miami beach, death always destroys Louissiana, death is money and intermittent phonecalls, love is so worthless compared to death, but why are we talking about love. Louise: with her cold solid trembling voice: go home.
Go home, she tells me.
But where? I say
And so many said that before me, and it's such an empty question.
20100503
Jade and Alexander
Alabama, Arkansas,
I do love my ma and pa,
Not the way that I do love you.
[Him:]
Holy, Moley, me, oh my,
You're the apple of my eye,
Girl I've never loved one like you.
[Her:]
Man oh man you're my best friend,
I scream it to the nothingness,
There ain't nothing that I need.
[Him:]
Well, hot and heavy, pumpkin pie,
Chocolate candy, Jesus Christ,
Ain't nothing please me more than you.
[Both:]
Ahh Home. Let me come home
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is wherever I'm with you.
La, la, la, la, take me home.
Mother, I'm coming home.
[Him:]
I'll follow you into the park,
Through the jungle through the dark,
Girl I never loved one like you.
[Her:]
Moats and boats and waterfalls,
Alley-ways and pay phone calls,
I've been everywhere with you.
[Him:]
We laugh until we think we’ll die,
Barefoot on a summer night
Nothin’ new is sweeter than with you
[Her:]
And in the streets you run afree,
Like it's only you and me,
Geeze, you're something to see.
[Both:]
Ahh Home. Let me go home.
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is wherever I'm with you.
La, la, la, la, take me home.
Daddy, I'm coming home.
(Talking)
Him: Jade
Her: Alexander
Him: Do you remember that day you fell outta my window?
Her: I sure do, you came jumping out after me.
Him: Well, you fell on the concrete, nearly broke your dress, you were bleeding all over the place and I rushed you out to the hospital, you remember that?
Her: Yes I do.
Him: Well there's something I never told you about that night.
Her: What didn't you tell me?
Him: While you were sitting in the backseat smoking a cigarette you thought was gonna be your last, I was falling deep, deeply in love with you, and I never told you til just now.
[Both:]
Ahh Home. Let me go home.
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is where I'm alone with you.
[Him:]
Home. Let me come home.
Home is wherever I'm with you.
[Her:]
Ahh home. Yes I am ho-oh-ome.
Home is when I'm alone with you.
[Her:]
Alabama, Arkansas,
I do love my ma and pa...
Moats and boats and waterfalls,
Alley-ways and pay phone calls...
[Both:]
Ahh Home. Let me go home.
Home is wherever I'm with you.
Ahh Home. Let me go ho-oh-ome.
Home is where I'm alone with you...
20100502
note to self
Note to self.
* Vende libros que roba de la biblioteca, y su ropa, y todo lo que va encontrando por la casa. Va vaciando la casa. Nos tenemos que ir
* Pero necesitamos más dinero -- cowboys -- dos semanas viviendo a la izquierda de las caravanas, por debajo del polvo JOSHUA TREE
* Joshua tree.
* Chico sleeps in the car. Lou sleeps in other people's tents, because she never remembers how to come back at night.
* Cocaina para desayunar, tubitos de papel, extasy, Steven.
* Las tres conversaciones: 1) to kill a whealthy lord 2) ser un pez gato 3)
the end is close, and I hate you because I love you, and the more love there is, the more hate.
* Los mosquitos se descontrolan, cientos de cadáveres de mosquitos montoncitos de ceniza en las ventanas, mosquitos en el té, in the sink, en la garganta. Nos tenemos que ir.