Las familias se van mudando, como la piel de las serpientes, con el cambio de las estaciones, más o menos.
Mi primera familia tiene dos padres, varios hermanos, posesiones como por ejemplo una casa y algunos coches. Mi primera familia caduca. No es doloroso. Como sacarse un hilo de la garganta.
Mi segunda familia son ellos y el primer pequeño piso lejos del centro, las primeras drogas y los primeros sexos y las primeras fotos a través de la ventana y la primera euforia total y la única vez en que el caos fue fructífero. Es una familia sin rumbo. Es perfecta, es breve. Un día se va de casa, la familia, y nadie hace preguntas. La segunda familia no duele, pero se abre la puerta del fondo y lo ves todo, tal y como es.
La tercera familia.
J. y el colapso total. Tercera y el número tres. El número tres es maldito. La tercera familia explota.
Entre familia y familia hay una nada cada vez más centrífuga.
La cuarta familia: los muertos. América. Louise.